Es una semana especial. Tal es así que gran parte del artículo que hice para mi medio (HANDICAP 54) se parece en lo que escribiré ahora. ¿Pero saben lo que pasa? Es una semana emocionante en lo personal. Nunca dejo de escribir artículos sin aportar mi mirada. El problema es que esta semana me impacta más que otras. Y a continuación les explicaré por qué. No obstante, no quiero dejar de destacar el notable T-5 de Ángel Cabrera, en el The Senior Open disputado en Carnoustie. Tampoco quiero olvidarme del buen T-15 del colombiano Ricardo Celia, en el Ottawa Open. Tampoco quiero dejar de lado el buen segundo lugar de Joaquín Niemann en LIV Golf Reino Unido. Y tampoco quiero obviar un T-7 que le permite soñar por una de las 30 tarjetas del PGA Tour al argentino Estanislao Goya (en el NV5 Invitational del Korn Ferry Tour). Si a esto le sumamos el T-39 de la mexicana Isabella Fierro (en el CPKC Women’s Open del LPGA), podemos decir que es una gran semana para el golf latino. Ahora bien, el gran protagonista fue él. Merece toda la difusión y toda nuestra admiración.
A mí no me la contaron. Lo vi en persona. Y lo vi hace unos largos años atrás, cuando fui a visitar a mis familiares: familiares que actualmente andan dispersos por el mundo, en su gran mayoría. La simpatía y la dedicación para afrontar cada día, a pesar del sufrimiento por las duras adversidades que tenían que vivir, era ejemplar. Y lo peor era que las adversidades se fueron transformando en atrocidades. Se fueron transformando en separaciones. Se fueron transformando en dolor constante. Por lo tanto, sabiendo (y este artículo lo estoy haciendo antes de saber los resultados de las elecciones de Venezuela) que el día de hoy sea EL PRINCIPIO DEL FIN, me emocioné al verlo ganar de vuelta. Y pensar que en su última victoria, hace casi 7 años, la situación era completamente a la inversa.
“No es momento para estar feliz. Aunque es mi tercera victoria en el PGA Tour, no puedo estar contento por todo lo que pasa en mi país, por lo que sufre la gente. Este triunfo se lo quiero dedicar a Venezuela por todo lo que me ha dado. Merecemos algo mejor. Venezuela ha estado y va a estar. Tenemos que quererla. Tenemos que luchar por nuestro país y salir de este gobierno que no nos representa a ninguno”. Esto era lo que decía Jhonattan Vegas, luego de ganar el RBC Canadian Open 2017. En ese momento, la fraudulenta Asamblea Constituyente se realizaba y el régimen dictatorial seguía consolidándose. En consecuencia, era doblemente meritorio que Jhonattan Vegas dijera estas palabras, sin importar las consecuencias que pudiera tener. De hecho, hay que recordar que el golf fue visto como un "deporte burgués" por el chavismo, haciendo que nuestro protagonista se tuviera que erradicar en Estados Unidos. Por suerte, hoy pareciera que la historia es distinta.
Encima, Vegas venía de operaciones en la zona de sus hombros y en la zona de sus codos. Tuvo que resetearse más de una vez. No hay que olvidarse que él estaba volviendo a jugar en la gira bajo una exención médica. Tal es así que necesitaba buenos resultados. Y tardaron en aparecer (recién se empezó a sentir bien a principios de este año, según sus palabras post triunfo). Ahora bien, un buen RBC Canadian Open (terminó T-27. Otra paradoja que un nuevo repunte de su carrera comenzara aquí) era el inicio de 4 semanas en ascenso. Y llegó acá recuperando la confianza. Se notó. Tomó el liderazgo al finalizar el día sábado y se preparaba para un final que requería la mayor calma posible, conociendo la sede que recibe a este 3M Open.
Por si faltaba algo más, Vegas también sintió molestias en este día domingo. Y batalló. Batalló con todo lo que tenía, acompañado del histórico Rubén Yorio (el argentino es el caddie de nuestro personaje principal). ¡Hasta dejó un drive en el brazo de un policía! El oriundo de Maturín no tuvo cierta tranquilidad hasta el hoyo 15, donde consiguió un birdie crucial. Es que el inoxidable Matt Kuchar no se arrimaba a ese -16 que el estadounidense Max Greyserman dejaba en el clubhouse y a ese -16 al que el venezolano llegaba: un -16 que se transformaba en -17, con otro birdie final demoledor (par 5 del hoyo 18).
"Tengo el objetivo de construir la próxima generación de venezolanos para que lleguen al PGA TOUR y a los tours aledaños". Vegas sabe que esto fue difícil por las razones políticas que hemos explicado al principio. Pero estamos sintiendo el crecimiento de un nuevo ciclo, tanto para nuestro protagonista como para toda Venezuela. Amigos: podemos decir que el triunfo de Jhonattan Vegas fue DESDE EL CORAZÓN VINOTINTO y en un momento que puede cambiar la historia de Venezuela, para bien. El golf sabe cuándo premiar y a quién premiar.
Este artículo es dedicado a todos mis familiares que están allá, a los que están dispersos por el mundo, a los que no están (y están en mi corazón) y a todos aquellos venezolanos que quieren ser libres y volver a una tierra tan bella, con personas de corazón noble e inspirador.
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