La estrepitosa salida del escocés Russell Knox de la posición de privilegio en el Valero Texas Open ha dejado un nuevo panorama en el torneo de San Antonio. El golfista británico, que comenzaba el día como líder en solitario, descubrió la cruz de la moneda en una jornada en la que firmó seis bogeys y dos birdies para caer hasta el puesto 27 y dejar el terreno allanado para su relevo al frente de la clasificación.
Una circunstancia que aprovechó sobradamente Ryan Palmer. El estadounidense salía por la segunda ronda desde una cómoda sexta posición desde la que supo trabajar su acceso al liderato. Sin cometer errores, y con cuatro birdies en los primeros nueve hoyos, en la segunda mitad del recorrido el veterano Palmer restaba otros dos golpes para ponerlos como distancia sobre su compatriota Kevin Chapell cuya segunda tarjeta le permitió ganar cincuenta y una posiciones en un viernes que acabaría convirtiendo en su particular jornada del movimiento.
En cuanto a la defensa del título que esta semana ejerce Jordan Spieth, una tarjeta de 70 golpes le dejan bastante alejado de cualquier posibilidad de repetir podio en el torneo de esta semana. El tejano ganó algunos puestos en la clasificación gracias a los 70 golpes que anotó, pero los ocho golpes que le separan del líder no parecen una distancia fácil de acortar en las próximas dos rondas.