Parece ser que esos 18 kilos de músculos con los que nos sorprendió Bryson DeChambeau tras el confinamiento empiezan a dar sus frutos. Al menos así lo ha demostrado en Detroit donde ha protagonizado una espectacular semana que le ha llevado a cosechar su sexto título en el PGA Tour.
Desde que en 2016 lograra en el Korn Ferry Tour su primera victoria, el golfista de Modesto (California) no ha dejado de incrementar sus vitrinas año tras año. Este primer trofeo de 2020, el del Rocket Mortgage Classic, se lo llevaba con cuatro vueltas en las que nunca se dejó ganar por el campo. Ni siguiera igualar por él.
Aún así, DeChambeau echó el resto en la ronda dominical para asegurarse de que nadi le arrebataba el título. Sobre todo, viendo que a Matthew Wolff le flaqueaban las fuerzas y que la acumulación de errores le eliminaban como el enemigo a batir. Al final fueron 71 golpes que permitían a Bryson seguir en la brecha.
Así las cosas, el sucesor de Nate Lashley en el palmarés del torneo, seguía firme en su afán por restar golpes a su tarjeta. Cuatro birdies en la primera vuelta y cuatro más en la segunda hacían el trabajo, mientras que el único susto del día, el bogey con el que saldaba el hoyo 14, quedaba en el olvido cuando hilvano tres birdies consecutivos entre el 16 y el 18 para cerrar el torneo a lo grande.
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