Ni el lunes ni el martes Jon Rahm recorrió el TPC Southwind. Estuvo descansando en el hotel. Tampoco el miércoles le cundió mucho el día al vasco. Tenía pensado jugar 18 hoyos, calentó, pateó, pero después de los cuatro primeros hoyos “estaba muerto y decidí jugar hasta el nueve, comer algo, patear otro poco y marcharme”. Total, que los nueve hoyos que le tocaban jugar ayer como primera vuelta, ni los conocía.
Y menos mal. Si llega a entrenarlos igual hoy estamos hablando de uno de esos míticos 59 que siempre andan revoloteando por el imaginario de los golfistas. Cinco birdies en nueve hoyos que no conoces, es toda una gesta. Dos nada más empezar y los otros tres para finalizar la vuelta y poner su casillero con cinco golpes a su favor.
Eso si, la segunda vuelta, la que conocía, fue mucho más discreta. Tres birdies, en el 11, el 16 y el 18 completaban los 62 golpes con los que el de Barrika se marchaba del campo como líder del WGC – FedEx St. Jude Invitational llevándose consigo una ventaja de tres golpes sobre el quinteto que le sigue en la clasificación.
Bajo par también, pero bastante alejado de Rahm, acabó Sergio García. A diferencia del vizcaíno, al de Borriol los bogeys si quisieron acompañarle durante la ronda. Tres golpes sumó García frente a los cuatro que restó para situarse vigésimo cuarto con 69 golpes. Uno menos que Rafa Cabrera Bello que acabó en tablas con el campo de Memphis