Desde 1956, el ganador de las 500 millas de Indianapolis se echa una botella de leche helada sobre su cabeza en Victoria Lane tras su triunfo. Una de las tradiciones más veneradas del deporte estadounidense que ayer tras su victoria en el Indy Women in Tech Championship de Indiana repitió lexi Thompson que se convirtió en la primera jugadora en repetir dicha tradición y besar además la línea de ladrillos de la meta del circuito ovalado de Indiana.
Con un gran 19 bajo par, la estadounidense aventajó en cuatro golpes a la neocelandesa Lidya Ko que, finalmente, terminó con -15- pero que ha vuelto a la senda del buen juego justo antes de la disputa del quinto major de la temporada, el Evian Championship que se disputara la semana que viene.
"Estoy muy feliz de que haya sido yo finalmente la ganadora del torneo y la que ha bebido la leche.", dijo Thompson, que también dio el tradicional beso a los ladrillos que alinean la línea de meta de la pista. "Fue una gran semana en general y fue un gran honor estar aquí en Indiana para poder besar esos ladrillos. Un recuerdo que nunca olvidaré. "
Ko por su parte estaba también de enhorabuena por el buen resultado cosechado aunque desde luego hubiera preferido la victoria. "Simplemente no estaba jugando tan bien como lo hice los últimos días y eso ha hecho que no pudiara ganar", dijo Ko.
La novata Olafia Kristinsdottir, la primera jugadora islandesa del LPGA Tour, alcanzó la cuarta plaza después de firmar una gran vuelta de 68 golpes para terminar con 13 bajo par. Con este cuarto lugarfirma su primer Top-ten mejorando, además, la décimo tercera posición que consiguió este año en el Aberdeen Asset Management. "Es realmente emocionante", dijo Kristinsdottir, que firmó el mejor resultado de su carrera.
En cuanto a la presencia española en el torneo, Azahara Muñoz fue la mejor de las nuestras, terminó décimo quinta con ocho bajo par mientras que Beatriz Recari terminó quincoagésima con -4 y Belén Mozo sexagésimo tercera, con -1.
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