Nadie cuneta o cantaba, visto lo visto en esta primera jornada, con el inglés Ian Poulter no ya para ganar el Open Championship sino para tener una buena actuación en un torneo, que bien es cierto que a Poulter le va como anillo al dedo pero que parece que es demasiado complicado para este jugador que hace bastante tiempo que no juega a su mejor nivel.
Sin embargo, el inglés ha terminado sorpresivamente bajo par 67 golpes (-3) y en lo más alto de la clasificación con unas cifras que reflejan perfectamente la dureza del campo y que tras la jornada de mañana le deja como líder provisional del torneo y con la ilusión intacta, primero de hacer un buen Open y si las cosas siguen así, de luchar por la victoria.
Poulter ha tenido la suerte, además de salir a jugar cuando el chaparrón de agua que ha caído en Birkdale durante toda la noche y buena parte de la madrugada ha parado, y cuando las condiciones se han vuelto un poco más benignas para los participantes, momento que ha aprovechado el inglés para cerrar una gran vuelta con tres birdies en los nueve primeros hoyos -en el 2, el 4 y el 9- y un solo bogey en esos primeros nueve hoyos -en el hoyo 7- y un berdie más en el 17 para terminar con el par en el 18 y cerrar una tarjeta sobresaliente de tres abajo para terminar su vuelta como mejor jugador en casa club, un honor que le quitó al galés Stuart Manley que además de firmar el primer eagle del torneo terminaba con 68 golpes, dos bajo par.
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