La última jornada del Travellers Championship, octavo torneo designado del PGA Tour y dotado con una bolsa millonaria de 20 millones de dólares, se convirtió en un auténtico drama deportivo que tuvo como protagonista absoluto al estadounidense Keegan Bradley. El capitán del equipo americano de la próxima Ryder Cup firmó una ronda final de 68 golpes (-2) y selló su victoria con un espectacular birdie en el hoyo 18, arrebatándole el título al inglés Tommy Fleetwood, quien una vez más vio cómo se le escapaba su ansiado primer triunfo en el PGA Tour tras cometer un doloroso bogey en el último hoyo. La escena fue tan emotiva como simbólica: mientras Bradley alzaba los brazos al cielo celebrando su victoria con un total de -15, Fleetwood bajaba la cabeza, resignado, con un acumulado de -14 que lo dejaba en la segunda posición compartida junto a Russell Henley.
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⛳ El estadounidense cierra la victoria con un birdie tras el doloroso bogey de Tommy Fleetwood
El TPC River Highlands, en Cromwell, Connecticut, fue el escenario de esta batalla final. Un campo que, si bien no es el más largo del circuito, exige precisión quirúrgica y nervios de acero, especialmente en sus hoyos finales. Y eso fue precisamente lo que marcó la diferencia entre Bradley y Fleetwood. El inglés, que había comenzado la jornada con tres golpes de ventaja, parecía tener todo bajo control. Sin embargo, su ronda fue un vaivén emocional desde el inicio: tres bogeys en los primeros cuatro hoyos lo pusieron contra las cuerdas, aunque logró estabilizarse y mantenerse en la pelea hasta el hoyo 17. Llegó al 18 con una mínima ventaja, pero un mal approach y un putt errático desde el fringe lo condenaron a un bogey que le costó el torneo.
Bradley, por su parte, jugó con la determinación de quien sabe que cada golpe puede ser decisivo. Su ronda fue una mezcla de paciencia y explosividad. Ya había dado señales de su ambición con un putt de más de 30 metros embocado en los primeros hoyos, y en el 15 firmó un birdie de 35 pies que lo colocó a un solo golpe del liderato. En el hoyo 18, con la presión al máximo, ejecutó un segundo golpe perfecto que dejó la bola a menos de dos metros del hoyo. No falló. Convirtió el birdie y se aseguró una victoria que no solo le reporta 3,5 millones de dólares, sino que también refuerza su liderazgo moral de cara a la Ryder Cup que se disputará en septiembre en Bethpage Black.
Para Fleetwood, la derrota fue especialmente amarga. El inglés, que ha disputado 159 torneos del PGA Tour sin lograr aún una victoria, parecía tener por fin su momento. Su consistencia a lo largo de la semana había sido ejemplar, y su juego largo lo había mantenido siempre en lo más alto de la clasificación. Pero el domingo, como tantas otras veces, la presión del cierre le pasó factura. Su tarjeta final de 72 golpes (+2) fue insuficiente para mantener la ventaja, y el bogey en el 18 fue el golpe definitivo a sus aspiraciones. A sus 34 años, Fleetwood sigue siendo uno de los jugadores más respetados del circuito, pero su sequía en suelo estadounidense se prolonga, y cada oportunidad perdida pesa más.
En cuanto a los grandes nombres del golf mundial, ni Scottie Scheffler ni Rory McIlroy lograron brillar en esta edición del Travelers. Ambos, números 1 y 2 del ranking mundial respectivamente, finalizaron empatados en la sexta posición con un total de -12, tras firmar sendas rondas finales de 65 golpes. Aunque sus actuaciones fueron sólidas, nunca llegaron a meterse de lleno en la lucha por el título. Scheffler, que ha sido una máquina de consistencia durante toda la temporada, no encontró la chispa necesaria en los momentos clave. McIlroy, por su parte, mostró destellos de su mejor golf, pero su irregularidad en los greenes le impidió acercarse más al liderato.
Otros nombres destacados en la clasificación final fueron Harris English y Jason Day, quienes compartieron la cuarta posición con -13. Ambos mostraron un juego muy competitivo durante toda la semana, pero no lograron el empuje final necesario para alcanzar a Bradley. Russell Henley, con una ronda final de 68 golpes, se unió a Fleetwood en la segunda posición, completando un podio que reflejó la intensidad y el alto nivel de competencia del torneo.
El Travelers Championship, uno de los torneos más queridos por los aficionados y jugadores del PGA Tour, volvió a demostrar por qué es considerado un clásico del calendario. La organización fue impecable, el público respondió con entusiasmo y el campo, como siempre, ofreció un reto justo pero exigente. La edición de 2025 pasará a la historia no solo por el desenlace dramático, sino también por consolidar a Keegan Bradley como una figura clave del golf estadounidense actual. Su victoria no solo tiene valor deportivo, sino también simbólico: es la reivindicación de un jugador que ha sabido reinventarse, que ha asumido el liderazgo de su equipo nacional y que ahora, con este triunfo, se coloca en una posición inmejorable para afrontar el reto de la Ryder Cup.
"COME ON BABY!" @Keegan_Bradley has 6 feet left for birdie on the 72nd hole.
La cuarta jornada del Travelers Championship fue una montaña rusa de emociones, una clase magistral de golf bajo presión y un recordatorio de que en este deporte, nada está decidido hasta que cae el último putt. Keegan Bradley supo esperar su momento, ejecutó con maestría cuando más lo necesitaba y se llevó una victoria que lo consagra aún más como uno de los grandes protagonistas del PGA Tour. Tommy Fleetwood, por su parte, deberá seguir esperando, pero su talento y perseverancia hacen pensar que su momento llegará. Mientras tanto, el golf sigue regalándonos historias como esta, donde la gloria y la decepción se separan por un solo golpe.