La cuarta y definitiva jornada del Kaulig Companies Championship -tercer major de la temporada del PGA Champions Tour- quedará grabada como una de las más emocionantes y memorables en la carrera de Miguel Ángel Jiménez, quien a sus 61 años sigue escribiendo páginas doradas en el Champions Tour. El malagueño firmó una espectacular ronda final de 66 golpes en el exigente recorrido del Firestone Country Club, en Akron, Ohio, para alcanzar un total de -10 y forzar un desempate con el australiano Steven Alker. En el segundo hoyo del play-off, Jiménez sacó a relucir su temple y experiencia para embocar un birdie decisivo que le otorgó su cuarta victoria de la temporada y la decimoséptima en el circuito sénior, consolidando además su liderato en la Charles Schwab Cup.
La jornada comenzó con Jiménez compartiendo el liderato con Alker, ambos con -8 tras tres rondas muy sólidas. Desde el primer tee, el español mostró una actitud serena pero decidida. Sabía que tenía una oportunidad histórica entre manos: lograr su cuarto título del año, algo que nunca había conseguido en una misma temporada desde que compite en el Champions Tour. Su inicio fue prometedor, con birdies consecutivos en los hoyos 2 y 3 que lo colocaron en cabeza en solitario. A partir de ahí, mantuvo un ritmo constante, sin errores, y con una precisión quirúrgica en los hierros que le permitió dejarse opciones claras de birdie en varios hoyos.
El momento clave llegó en los hoyos finales. En el 16, un par 3 traicionero con bandera al fondo, Jiménez ejecutó un hierro 6 perfecto que dejó la bola a poco más de un metro. Birdie. En el 17, un par 4 estrecho y con green elevado, volvió a mostrar su maestría con un segundo golpe que rozó la bandera. Otro birdie. Y en el 18, con la presión al máximo, firmó un sólido par que le permitió igualar el -10 de Alker, quien también había completado una ronda final de 66 golpes, con cuatro birdies y dos bogeys.
El desempate fue un duelo de titanes. En el primer hoyo, ambos firmaron el par sin mayores sobresaltos. Pero en el segundo, Jiménez se dejó una opción clara de birdie tras un segundo golpe magistral desde 140 metros. Con el green rodeado de espectadores y la tensión en el aire, el español no dudó. Putt firme, bola al fondo del hoyo y puño al cielo. Alker, que había dejado su bola a más de cinco metros, no pudo igualar. La victoria era del “Pisha”.
Tras el triunfo, Jiménez se mostró exultante pero fiel a su estilo relajado y filosófico. “Ha sido una semana muy especial. Este campo me encanta, es un test de golf de verdad. Tienes que pensar cada golpe, y eso me motiva. Hoy he jugado muy sólido, he pegado buenos tiros y he sabido mantener la calma cuando las cosas se ponían tensas. En el play-off, sabía que tenía que ser agresivo, y ese segundo golpe en el segundo hoyo ha sido de los mejores que he pegado este año”, declaró con una sonrisa.
Sobre su estado de forma, el malagueño fue claro: “Me encuentro muy bien físicamente. Me cuido, entreno, pero también disfruto. Me gusta mi vino, mis puros, y eso no va a cambiar. Pero cuando estoy en el campo, estoy concentrado al cien por cien. Esta victoria me da mucha confianza para lo que queda de temporada. Ganar cuatro torneos en un año es algo que no había hecho nunca aquí, y hacerlo con 61 años tiene un sabor especial”.
Jiménez también tuvo palabras para su rival en el desempate: “Steven es un gran jugador, muy sólido. Hemos tenido una batalla muy bonita, muy limpia. Me ha obligado a dar lo mejor de mí, y eso es lo que hace grande a este deporte. Cuando ganas así, con emoción, con tensión, sabe mucho mejor”.
Con este triunfo, Jiménez amplía su ventaja al frente de la Charles Schwab Cup, la clasificación que premia al mejor jugador del año en el Champions Tour. Con más de 1,8 millones de dólares acumulados en premios esta temporada, el español se consolida como el gran dominador del circuito sénior en 2025. Además, esta victoria le garantiza una plaza en el próximo The PLAYERS Championship en el TPC Sawgrass, un torneo que reúne a los mejores del mundo y que Jiménez afrontará con la ilusión de un debutante.