Aunque Rickie Fowler reventó con 18 birdies en 36 hoyos la fama de dureza del Us Open, aunque el carismatico golfista norteamericano haya empatado con 130 golpes el resultado más bajo de la historia del Us Open en 36 hoyos, la segunda jorrnada del tercer major del año, si tuvo el sabor a dureza y complejidad que muchos esperaban.
La USGA cumplió con las expectativas que todos presuponen en el grande más complicado de cuantos se disputan. El campo se fue secando y se colocaron algunas banderas complicadas, fruto de esta mezcla, pasamos de 37 rondas bajo el par que había el jueves hasta las 29 de final del viernes; el espectáculo fue mucho más parecido a lo que todos conocemos como Us Open.
Fowler entregó una tarjeta de 68 golpes para liderar el torneo con un golpe de ventaja sobre Wyndham Clark que completó con 67 golpes una de las mejores actuaciones de la mañana. Aunque fue sin duda Rory McIlroy uno de los más beneficiados de esta complicada segunda jornada. Tuvo el norirlandés varios chispazos de genialidad para dejar 67 golpes y un resultado acumulaado de ocho bajo el par que le dejan en el sitio perfecto para atacar el fin de semana, Rory saldrá a dos golpes de Fowler.
No está siendo tampoco el mejor major para el golf español y Sergio García con +1 se ha convertido en nuestro mejor representante. JonRahm terrminó con +2 y pasando el corte de milagro, la misma situación que David Puig aunque con una sensación muy diferente, para Puig es su debut y el hecho de pasar el corte es ya una hazaña. Fuera del torneo se quedaron Pablo Larrazábal y Alex del Rey.