La primera jornada de esta 106º edición del PGA Championship había empezado con nieblas y un poco de retraso, lo mismo que el día de Jon Rahm que llegaba a Valhalla con ganas de hacerlo bien y luchar por su primer PGA y su tercer major, aunque las cosas no salieron nada bien desde el principio. Luego mejoraron algo las cosas, pero el análisis del de Barrika era claro: las cosas no estaban saliendo bien.
Tras los primeros 18 hoyos la vuelta acabó para el de Barrika algo mejor de lo que comenzó con un -1 que aunque le dejaba casi sin opciones de luchar por la victoria si podía darle la sensación de que tendría que jugar su mejor golf para hacer una buena segunda ronda y meterse sin problemas en el fin de semana.
Pero si el jueves la niebla fue protagonista de la jornada, sobre todo a primeras horas del día fue la lluvia y el incidente con Scottie Scheffler, incluida su detención por la policía, lo que marcó una jornada en la que el ex número uno del mundo no estuvo nunca cómodo. Jon arrancaba su vuelta en el 10 con el paraguas en ristre y dos pares para empezar, pero las malas noticias llegaron pronto con el primer bogey del día en el hoyo 12 que luego mejoraría en el 13 y el 16 para colocarse con dos abajo en el total, -1 en el día y con las cosas algo más encarriladas.
Sin embargo, el primer gran revés del día llegaba para él en el 17, un par 4 de 467 yardas, en el se fue totalmente a la izquierda teniendo que sacar su bola a calle de segundo, pasarse el green de tercero, approach y tras fallar el putt embocar el sexto en el hoyo. Un seis que le hizo mucho daño y que, finalmente, no pudo remontar en la segunda parte de su recorrido donde terminó con bogey al 4 y birdie al 5 y que le dejaban al par del campo terminando con cuatro pares más que le dejaban al par total y en el límite de poder pasar el corte que, prácticamente, cuando terminaba su vuelta ya estaba con -1 y que le dejaba fuera del torneo con el par en su marcador.
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