Sam Burns y Cameron Young se "han cargado" la final soñada por los aficionados para esta última edición, la vigésimo cuarta del Dell Technologies Match Play Championship después de derrotar en el desempate de ambos partidos a Scottie Scheffler en el tercer hoyo de desempate (en el 21) y a Rory McIlroy en el primero (en el 19).
Los dos, Burns y Young habían llegado a las semifinales -como Scheffler y McIlroy- con cinco partidos jugados y cinco victorias. Jugando muy bien y demotrando que ninguno de los cuatro tenía demasiados puntos débiles en su juego esta semana.
Burns, que jugaba contra el número 1 del mundo, partía como décimo tercer cabeza de serie, algo que no se notó en el campo. Tras los nueve primeros hoyos de su enfrentamiento de semifinales Sam empezó como un ciclón ganando los tres primeros hoyos y situándose con un +3 que parecía casi insalvable incluso para el número uno del mundo. Sin embargo, Schffler ganó el 5 el 6 y el 8 y puso las tablas en un marcador que ya se intuía que iba a ser muy ajustado entre los dos.
El nueve fue para Scheffler que empezaba la segunda parte del match liderando el marcador que de nuevo se igauló en el 16 después de que Scheffler se pusiera dos arriba en el 12 y que Burns igualar otra vez en el 15 tras ganar el 13 y el 15.
Tras empatar en el 16, Burns ganó el 17 y Scheffler el 18. En el desempate, tras igualar en el 19 y el 20, Sam Burs terminó con un espectacular birdie que le dió la victoria y el pase a la final ante el mejor jugador del mundo en la actualidad.
En la otra semifinal, la compuesta por McIlroy y Young, el norirlandés fue dominando durante todo el partido y con 2 Up en el 15 parecía que tenía todo a su favor para lograr la victoria, pero en la recta final del match yaoun ganaba el 16, empataba en el 17 y ganaba el 18 para forzar un desempate que McIlroy no se creía. Y menos que se creyó cuando en el hoyo 19 Cameron Young acabó con birdie mientras que el no podía terminar sino con un par que le mandaba directamente al partido por el tercer y cuarto puesto contra Scheffler en una final de consolación absolutamente descafeinada.
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