Lo de ayer de Jon Rahm en el campo de golf fue realmente espectacular, primero en los cinco hoyos que le quedaron por jugar de la segunda jornada firmando su tercer hoyo en uno de su carrera en el PGA Tour en el 16 para terminar con un birdie más en el 17 que le dejaba como líder en solitario con -10 y dos golpes de ventaja sobre Patrick Cantlay que terminaba con -8 a dos del de Barrika.
Y después su exhibición con un golf de muchos quilates, con nueve birdies y un solo bogey que le dejaron con esos menos ocho de parcial y -18 en el total con seis golpes de ventaja sobre Cantlay y Morikawa que no podían más que ver como el de Barrika iba a otra velocidad y con -12 ocupando la segunda posición compartida y esperando a u domingo en el que sólo les quedaba esperar el milagro.
Sin embargo, en cuanto terminó la vuelta de Rahm y el médico del torneo se acercó a él para explicarle su positivop y que debía de abandonar inmediatamente el campo y el torneo, los dos se encontraron con un liderato que les llega de rebote y que intentarán a provechar este domingo partiendo en el partido estelar con esos 12 que les coloca como colíderes del torneo.
Tras ellos con -9 Brendan Grace y Scottie Scheffer que también tendrán sus opciones de victoria en este torneo huérfano de Jon que se marchó con una exhibición espectacular.
El otro español en juego, el canario Rafa Cabrera Bello, no tuvo una buena tercera jornada y con una vuelta parcial de +6 bajó treinta y seis posiciones en la clasificación para colocarse cuadragésimo quinto con +2.