La historia se repitió para Webb Simpson, aunque esta vez si tuvo un final feliz. Tres años después de enfrentarse a a Hideki Matsuyama en el desempate del Waste Management Phoenix Open, Simpson volvió a jugárselo a muerte súbita. Esta vez frente a Tony Finau.
Simpson llegaba al domingo un golpe por detrás de Finau que el sábado firmó 62 golpes para igualar su mejor marca en el PGA Tour. Simpson, por su parte, anotaba 64 golpes gracias al hoyo 1 que firmaba en el 11 del campo de Arizona. El primero de su carrera en el circuito estadounidense.
Con estos antecedentes, en un domingo en que había que competir en interés con la Super Bowl, parecía que el espectáculo estaba garantizado. Sin embargo, ninguno de los dos tuvo su mejor día.
A Finau le costó restar y tuvo que esperar has el hoyo 12 para anotar el primero de sus dos birdies. Un resultado aminorado por el bogey con el que saldó el hoyo 8. Mientras, Simpson sacaba algo más de fortuna y se quitaba cuatro golpes, aunque no pudo evitar sumar dos bogeys para terminar con 69 golpes. Un resultado que les obligaba a volver al 18 para desempatar.
Ya en el hoyo extra, Webb Simpson, que acababa de sacarle el birdie al 18, no permitió que se convirtiese en un ‘deja vu’ de lo vivido con el japonés Matsuyama y resolvió el playoff a la primera con su segundo birdie consecutivo sobre el último hoyo del TPC Scottdale.
Por su parte, Jon Rahm terminó empatado en novena posición con una ronda final de 70 golpes. El vasco comenzó la ronda final con birdie al 5, pero a continuación se embarcó en una racha de errores que le llevaron a terminar los primeros nueve hoyo con dos golpes en su contra. Afortunadamente, la segunda vuelta fue mucho más amable con el español que anotó cuatro birdies entre el 11 y el 17, aunque no pudo evitar el sabor agridulce que le dejó el bogey del 18 para mejorar en un puesto su clasificación de 2019 cuando terminó décimo, aunque lejos del quinto puesto que logró en la edición de 2015.
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