El mejor Edoardo Molinari que hemos visto en mucho tiempo, se ha colocado al frente de la clasificación en el D+D Real Czech Masters. El italiano ha repetido los 66 golpes con los que arrancó el torneo y ya piensa en romper con una sequía que le mantiene alejado de los podios desde su última victoria, la que cosechó en Marruecos hace dos años.
No cabe duda de que con treinta y seis hoyos por delante es pronto para pensar en ver a Edoardo volver a ganar, pero de momento ya puede irse satisfecho del trabajo realizado para pasar el corte. Dos vueltas consecutivas de 66 golpes, en las que dio esquinazo a los bogeys y eso supone un registro que no lograba desde 2012 y que, con la confianza que mira a la grada del 18, bien podría repetir el sábado.
Eso si, tendrá que contar con el permiso de Thomas Pieters que ayer se equivocó en ese hoyo final, pero que hoy se ha enmendado a si mismo para ponerse a un golpe del líder. Le faltaron al belga a ciertos durante los nueve primeros hoyos y eso, probablemente, es lo que le ha permitido a Molinari tomar esa estrecha ventaja.
Y puestos a destacar vueltas, sin duda, la de Adri Arnaus. Al español solo le ha faltado evitar el bogey del hoyo 8 para decir que ha sido el día perfecto. Sus 65 golpes le han permitido mejorar en seis su registro de ayer y meterse de lleno entre los diez primeros. Una posición lo suficientemente cómoda para afrontar la jornada del movimiento con cierta tranquilidad. Una ronda, la del sábado, en la que también le acompañará Iván Cantero que a fuerza de tesón evitó que los bogeys volvieran a incrementar su tarjeta y terminó con una cartulina de 67 golpes.
El resto de los nuestros no pudo escapar de la criba y no completarán el torneo.
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