A pesar de que Sergio García con su victoria en el Masters de Augusta copó todas las portadas del golf mundial y su nombre ha sido protagonista de nuestras mejores gestas en todo el mundo, este 2017 estará ya marcado, además de por la Chaqueta Verde del de Borriol, por la irrupción de Jon Rahm en el golf de máximo nivel.
Rahm ha necesitado sólo seis meses para meterse entre los diez primeros del mundo, asegurarse su presencia -salvo catastrofe- en el próximo equipo europeo de la Ryder Cup a las órdenes de Thomas Bjorn, y salir en todos los torneos que juega como gran favorito a la victoria final.
En estos seis meses, además de meterse entre los diez mejores jugadores del mundo, se ha colocado cuarto en la clasificación de la FedEx Cup y tercero en la Race to Dubai que domina su compatriota Sergio García. Su actuación en el Masters -"poco brillante"- como el mismo la calificó, la ha mejorado con un ramillete de excelente actuaciones en todos loos torneos en los que ha jugado en el PGA Tour y en los Campeonatos del Mundo WGC donde incluso a punto estuvo de mojarle la oreja a todo un número uno como Dustin Johnson.
Rahm se ha convertido en el nuevo icono del golf mundial por su juventud, su descaro, sus ganas y esa potencia descomunal con el driver aunque su juego corto sigue siendo también el de un maestro.
Con su victoria a principios de temporada en el Farmers Insurance Open, Rahm ha tocado la gloria y ya sabe lo que es ganar y en este Us Open en el que compartirá las dos primeras jornadas con Ricky Fowler y Hideki Matsuyama irá a por todas. Como Sergio, parte entre los claros favoritos a la victoria final el domingo.