Hacía tiempo que no se vivía un final tan emocionante en un torneo del Grand Slam. Durante los últimos 18 hoyos, tanto Henrik Stenson como Phil Mickelson jugaron un golf de altísimo nivel para llegar a los últimos hoyos del torneo con todo por decidir, a pesar de los golpes de ventaja que Stenson sacaba al norteamericano antes del 18.
"Parecía que iba a ser una carrera entre dos y ha sido así hasta el final", dijo un satisfecho Stenson sobre su duelo de dos días con el veterano golfista estadounidense, miembro del Salón de la Fama y ganador de cinco grandes.
"Sentí que iba a ser mi momento", dijo Stenson, que vengó su derrota en el Open Británico en Muirfield en 2013, cuando Mickelson le ganó la partida en la última ronda.
"He jugado un golf casi perfecto y me han ganado" dijo Mickelson tras la derrota. "No me quedan décadas de oportunidades para ganar grandes, así que todos los Majors me importan mucho", dijo Mickelson, que, con 46 años, ha peleado por el liderato en los últimos grandes.
"La experiencia cuenta mucho", dijo Stenson reconociendo la madurez de los líderes de la clasificación y recordando la hazaña del estadounidense Tom Watson en el Open de 2009 en Turnberry, que estuvo a punto de hacerse con la Jarra de Clarete con 59 años.
Stenson, una vida dedicada al golf
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