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Resumen 2015

Un Masters con el sello de Jordan Spieth

Un Masters con el sello de Jordan Spieth

jueves 24 de diciembre de 2015, 12:39h
Lo consiguió. Jordan Spieth se llevó el Masters de Augusta de principio a fin. Con -18 igualaba el mejor registro en Augusta, firmado por Tiger Woods en 1997. A sus 21 años conquistaba su primer Grande en la segunda oportunidad que tenía de jugarlo. El año pasado lo rozó al terminar segundo y este ha dominado sin contemplaciones y ha sabido manejar la presión de Justin Rose y Phil Mickelson, que se han quedado a cuatro golpes.

Era el favorito y no ha querido que haya ninguna duda. Jordan Spieth llevaba pañales cuando Tiger ganó su primer Masters. A sus 21 años, este texano daba un puñetazo encima de la mesa y se imponía en un torneo histórico a lo más grandes, logrando su primera Chaqueta Verde con un total de -18, el mejor resultado del Masters fijado por Tiger Woods en 1997.

El campeón tuvo controlado en casi todo momento su victoria y dudó muy poco en su trayectoria triunfal. Junto al doble bogey del sábado en el 17, algo que le pudo inquietar, en la jornada del domingo su mínima ventaja fue de tres golpes, y su máxima de seis. Tras un inicio muy serio por parte de ambos jugadores del partido estrella, con birdie al 1, Rose atacó con otro birdie en el segundo hoyo, pero Spieth no se amilanó y en el 3 volvió a restar.

Ese intercambio de golpes tuvo un pequeño parón con bogeys del líder en los hoyos 5 y 7, y en el 6 por parte de Rose, que en todo caso se ponía a tres de la cabeza. Pero este joven estadounidense no parecía inmutarse. Birdies en el 8 y en el 10 por bogey de Rose en el 9 volvían a poner tierra de por medio. El bogey del 12 de Jordan Spieth no le hizo tampoco daño porque recuperó con birdies en el 13 y 15, para volver a estar con -19, su máxima marca.

Mientras Rose lo intentaba restando en el 13, 14 y 15, pero no había forma. Llegados al 18 con cuatro golpes de diferencia, Spieth se permitió el lujo de irse a la derecha ligeramente, y de fallar incluso el putt para par. Ya daba igual. Rose había hecho bogey y tenía en su mano la Chaqueta Verde.

Spieth venía avisando. Ganador del Valspar, y segundo en Texas y en Houston, llegaba con ganas a Augusta después de su segundo puesto el año pasado. Ni corto ni perezoso en la primera jornada firmó 64 golpes, rozando la mítica cifra de los 63, récord en un Major. Su ilusión en aquel momento era haber bajado por primera vez de los 70 en Augusta. Su liderato le dejaba como el jugador a batir, algo que se confirmó en la segunda ronda, con un 66 y un total de -14 otro récord para el joven estadounidense en dos rondas en el Masters, una marca que no dudó en superar en la tercera jornada, tras firmar 70 golpes, y que le dejaba con -16y cuatro de ventaja sobre Justin Rose con el que ha compartido la última ronda.

Más atrás venía Phil Mickelson, con opciones y que ha peleado con Rose por la segunda plaza. Peleando con cuatro birdies, dos bogeys y un eagle al 15, ha firmado 69 golpes para acercarse a la cabeza y culminar un buen Masters. Lo mismo ha querido hacer Rory McIlroy, con una ronda final de 66golpes, con seis birdies sin errores que le han hecho terminar con -12 en cuarta posición.

Un Masters que aumenta la leyenda y que pone un nuevo jugador en la línea de fuego confirmando a Jordan Spieth como el futuro del golf mundial.

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