elperiodigolf.madridiario.es

Opinión

Lidya Ko.
Lidya Ko.

Si quiere un número 1 que empiece a jugar antes de hablar

Por Guillermo Artola
martes 03 de marzo de 2015, 13:32h
Cada vez es más indiscutible que para dedicarse profesionalmente a cualquier deporte, a cualquier actividad distinta de los trabajos rutinarios de los simples mortales, hay que empezar muy joven.

Casos como el de Nacho Duato, que si no estoy mal informado empezó a bailar a los diez y muchos años, y llegó a las más altas cotas de este arte, o Miguel Ángel Jiménez que compensa el haber empezado muy tarde con que no se ve en el horizonte una fecha lógica de retirada, son excepciones que tal vez confirmen la regla o no, pero que son bienvenidas. 

Lo normal, sin embargo, es que los números uno, o al menos los más destacados de cada deporte, hayan empezado a practicarlo cuando eran casi bebés, y sólo así suele llegarse a la perfección que después demuestran en el dominio del arte o el deporte que sea. 

Recuerdo haber visto a niños corriendo en moto y en kart, y bajándose de su vehículo de carreras para ponerse a jugar al escondite o al balón entre mangas de entrenamientos. Había casos, incluso, de chavales que en plena rabieta por una caída o porque la moto no corría lo suficiente, pataleaban y decían que no querían seguir, algo que apuntaba a que el verdadero aficionado e interesado era el padre... Eso sí, Valentino Rossi o Marc Márquez empezaron a correr cuando aún no hablaban del todo bien, y es indudable que buena parte de su dominio se debe a esto, además del enorme talento que ambos demuestran.

En nuestro caso, en el golf, no creo que Tiger o Rory McIlroy se acuerden de las primeras veces que tuvieron un palo en las manos, no creo que llegaran a los tres años. Otro tanto pasa con Lidya Ko, que irrumpió en el golf femenino mundial hace nada y a los diecisiete ya es número uno y gana los torneos de dos en dos. 

Hace una semana se llevó el torneo copatrocinado por el tour americano y el femenino en Australia, y este fin de semana recién pasado ha arrasado con alguna vuelta de 61, un resultado que resulta difícil de entender para nosotros, las personas normales. Y claro, la niña dice que a los treinta se retirará, forrada lo añado yo, y resulta chocante que mientras un monstruo como ella quiere dejar el golf relativamente pronto para ser sicóloga, otros como Jiménez estén disfrutando de la mejor época de su carrera con cincuenta y tantos, o Tiger intente volver a pasar un corte, algo que últimamente no consigue

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
0 comentarios