La incertidumbre llega a la Formula 1. Dos equipos se caen para el G.P. de Estados Unidos: Caterham, en concurso de acreedores y Marussia, que vive una situación económica dramática, a pesar de ser propiedad del millonario ruso Andrey Cheglakov. Otros andan haciendo equilibrios para pagar las nominas, como Lotus o Sauber, de manera que son varios los pueden seguir el mismo camino y aumentar las bajas no solamente en USA, sino también en Brasil y veremos que parrilla queda para la última carrera del año en Abu Dhabi el 23 de noviembre.
Es evidente que el formato actual de la Formula 1 está acabado, igual que el modelo de negocio en el que todo, absolutamente todo, pasa por las manos de Bernie Ecclesstone, que hoy cumple ya los 84 y tiene un patrimonio de varios miles de millones de libras.
Bernard Charles Ecclestone tiene el merito y mucho, de haber diseñado y puesto en marcha la Formula 1 tal y como la conocemos actualmente. Y a pesar de sus problemas cardiacos, ha sido capaz de mejorar a Balestre y convivir con el "viciosillo" de Max Mosley. Así como de mantener los derechos televisivos y la promoción de la F1 desde hace tres décadas. Ha superado los escándalos políticos por sus sobornos al Partido Laborista, por sus elogios a Hitler, por proponer a su amigo Mosley como primer ministro del Reino Unido, sus lios conyugales ... aun así, le sobra vitalidad para emparejarse con modelos 45 años más jóvenes que él y dejarse ver los domingos de carreras recibiendo a príncipes y jefes de estado.
El futuro pasa posiblemente por una solución igualmente aportada por este bisabuelo incansable. No es otra que los equipos se compongan de tres unidades de monoplazas en lugar de las dos que estamos acostumbrados a ver. Se nos ocurre pensar que un equipo con Alonso, Vettel y Hamilton en sus filas ofrecería un mayor nivel de competitividad y sobre todo, el espectáculo soñado por todos los aficionados.
Por otro lado, se verían favorecidos los jóvenes pilotos con aspiraciones de coger un volante en una de las grandes escuderías: Sainz Jr., Verstappen o Juncadella, estarían junto a los consagrados, con el mismo material y mayores oportunidades que con coches de tercera rodando a tres segundos de cabeza. Y con la única opción de sumar horas intentando no convertirse en bultos sospechosos en pista.
Los costes disparatados, los reglamentos a medida, los últimos fallos de seguridad y el monopolio por parte de Mercedes o Red Bull en los últimos años y, Ferrari en la prehistoria, con el aburrimiento consiguiente, obligan a cambiar las cosas, y rápido que la Formula de eléctricos está llamando a la puerta.