Martin Kaymer, que terminó ayer tras la primera vuelta del torneo con dos golpes de ventaja sobre
Bubba Watson, ganador este año del
Masters de Augusta, sufrió más de lo esperado para conseguir la victoria en la segunda jornada disputada hoy en la que partía como claro favorito, a pesar de que esos dos golpes apenas era una diferencia considerable entre dos hombres que estaban jugando muy bien.
En la vuelta de hoy, Watson recuperó esos dos golpes con tres birdies consecutivos que hizo en el 13, 14 y 15, a pesar del bogey que firmó en el 17 y el par en el 18. Kaymer tampoco fue muy sobrado y con cuatro bogeys y cuatro birdies el par sólo le servía para empatar en el marcador y jugarse la victoria con el americano, sin duda, gran favorito del público en Bermuda.
Quienes no tuvieron su día, por cierto muy complicado por el viento, fueron Rory McIlroy, que hoy terminó con 75 golpes y un total de +2 y Jim Furyk, invitado de lujo y ganador dos veces de este torneo, acabó con una tarjeta de 73 golpes y tres sobre par.
En el desempate Kaymer anduvo más fino que el norteamericano y levantó una copa que nunca antes había ganado. Un nuevo título para un gran palmarés.