Los primeros nueve hoyos de Sergio García -comenzó en el 10- fueron una auténtica montaña rusa. El castellonense empezó con dos birdies en los cuatro primeros hoyos y con un bogey y un par. Pero luego, el 14 y el 15 -el 5 y el 6 para él- casi le sacan del torneo.
En el 14 firmó su primer doble bogey del día y en el 15 un ocho del que se iba con un cuadruple bogey que parecía casi definitivo para él, aunque, afortunadamente, pudo recuperar parte de los daños en los siguientes hoyos. Con esa losa en su tarjeta, Sergio intentó terminar el 16, el 18 y el 18 de la mejor manera posible y lo hizo con dos pares y un bogey para acabar sus nueve primeros hoyos con un total de 40 impactos, seis más que el par del campo y con casi todo perdido.
En sus nueve segundos -los nueve para intentar el milagro- Sergio empezó como un tiro, con birdie al 1 y eagle al 2, minimizando los daños y, desde luego, dándose un respiro.
Después de reducir en su tarjeta tres golpes, el español firmó hasta el 9 un bogey y un birdie más que le deján con 73 golpes, con tres bajo par, y opciones de pasar el corte aunque mañana deberá apretar de lo lindo si quiere jugar el fin de semana en el Merion Golf Club.
"Fue difícil y muy duro para mí", dijo García, sobre su doble y cuadruple bogey en uno de los tramos más complicados de este campo inaugurado en 1912. "Desafortunadamente fueron dos muy malos hoyos pero esto es el Abierto de los Estados Unidos y eso no da mucho margen.
Sobre el comportamiento del público García dijo que "durante todo el recorrido el público se había comportado muy bien, salvo un par de excepciones. "Tuve la oportunidad de hacer una buena recuperación en mis nueve segundos hoyos, supongo, así que estaba bien. Pero, obviamente, estoy en una situación difícil".
Vea la tarjeta de Sergio García