Era una de las imágenes más esperadas del Us Open. Sergio García no ha querido esperar ni un momento y en la primera oportunidad que ha tenido ha ido a saludar a Tiger Woods y con un apretón de manos ha zanjado la polémica, un revuelo algo artificial a raiz de una broma en la que Sergio habló del "pollo frito", una expresión que en Estados Unidos se interpretó como un comentario racista.
Esa broma se había "cocido" después de un "pique" de Sergio García en el que se había molestado porque Tiger había provocado la reacción del público al cambiar de palo justo en el momento en el que el español iba a golpear, una acción que le hizo errar el golpe.
Un comentario de Sergio en Wentworth, asegurando que invitaría a cenar a Tiger a tomar pollo frito, fue mal interpretado y generó una polémica no buscada, que Sergio quiso aclarar inmediatamente en una rueda de prensa. Sin embargo, su redención no ha sido total hasta que no ha podido estrechar la mano directamente con el estadounidense número uno del mundo. Polémica zanjada y Sergio tranquilo y a pensar en el segundo major de la temporada.
Sin embargo, su redención no ha sido total hasta que no ha podido estrechar la mano directamente con el estadounidense número uno del mundo. Polémica zanjada y Sergio tranquilo y a pensar en el segundo major de la temporada.