Antes que nada, considerando que (por razones lógicas) el U.S. Open se llevó toda la atención, no quiero dejar de lado la buena semana de nuestras representantes por el resto del mundo. La ecuatoriana Daniela Darquea consiguió un decente 32º en el Hulencourt Women’s Open de Bélgica, la mexicana Isabella Fierro obtuvo un gran 14º en el The Great Lakes Championship (EPSON Tour) y la paraguaya Sofía García casi se lleva el Meijer LPGA (ganado por Carlota Ciganda), quedando también 14º. Ahora bien, yo creo que ellas mismas sabrán entender que lo que pasó en el Oakmont Country Club superó las expectativas de propios y extraños, tanto a nivel general como a nivel de nuestra región.
Todo lo que pasó en este U.S. Open tiene un punto en común. Y todo se refleja en algo. Este U.S. Open dejó LA HUMILDAD AL DESNUDO, en cada uno de los protagonistas. Podemos repasar los casos más importantes, a nivel positivo (por dar algunos ejemplos, el campeón J.J. Spaun, el escocés Robert MacIntyre, Scottie Scheffler, Sam Burns, Cameron Young, el australiano Adam Scott, el inglés Tyrrell Hatton y el noruego Viktor Hovland y a nivel negativo (la pesadilla que vivió Rory McIlroy), más allá de que usted pueda estar de acuerdo o no (y de eso se trata). Ahora, nosotros nos concentraremos en las 2 mejores actuaciones de los nuestros, sin lugar a dudas.
Podemos empezar por un Emiliano Grillo que merecía algo más, en referencia a conseguir su cupo para el año que viene. El argentino terminó 19º, con 3 bogeys en los últimos 5 hoyos. Ahora, quiero destacar el hecho que el argentino fue a la etapa final de la clasificación del torneo, entró con una ronda final de 65 golpes (6 birdies en los últimos 9 hoyos. Tengan en cuenta que se disputan 2 vueltas en el mismo día, en esta etapa) y supo mantenerse en posiciones de vanguardia, más allá de no gustarle la dificultad que presentaba el campo. Fue disciplinado y, por momentos, nos hizo recordar a su mejor versión. Ojalá aquí tengamos un reinicio de su carrera.
Ahora, por otro lado, quiero entrar en la actuación histórica de nuestro querido mexicano Carlos Ortiz, quien necesitaba darse la chance de pelear por un major, sabiendo que es el jugador de nuestra región con mejor carácter y contando con una fortaleza mental de élite. Bueno, de casualidad (por un inesperado bogey en el hoyo 18 del día sábado) no tuvo la tercera vuelta sin bogeys de las últimas tres ediciones de Oakmont. Y este domingo fue a buscar su chance, a pesar de haber arrancado con 2 bogeys en sus primeros 9 hoyos. Siguió siendo prolijo, metódico y valiente, contemplando el contexto que tenía que afrontar ese momento (en referencia al clima). ¿El único error? El doble bogey del hoyo 15, que le costó la pelea por el título. Ahora bien, su 4º lo deja con un cupo para el próximo The Masters y un cupo para el próximo U.S. Open, solucionando ese problema que genera la falta de suficientes lugares para los majors, por LIV Golf. Mejor resultado para su país (y mejor resultado para él), en la historia de este tipo de torneos. Y él mismo sabe que puede ir por más. «Fue una gran semana, pero obviamente estoy decepcionado por cómo sucedió. Hice todo lo que pude». Esta frase habla del hambre de gloria que él tiene.
Posteriormente (y en exclusiva) el oriundo de Guadalajara nos comentó que "obviamente estoy muy contento, pero con sensaciones encontradas porque siento que jugué bastante bien y tuve chances. Pero en general esto ya me da entrada a jugar, como tú dices, más majors. Y tengo que seguir enseñando que tengo el nivel para estar ahí y competir contra los mejores del mundo. El nivel ya estaba, pero los últimos años había sido difícil entrar ahí, a estos torneos. En general, estoy muy contento y agradecido a la gente que estuvo apoyando allí, todo el fin de semana y toda la semana". No lo duden: Carlos Ortiz tendrá revancha, de seguir por este camino. Lo merece.
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