Cuando uno tiene la diosa Fortuna de su parte, la suerte le sonríe a ambos lados del Atlántico. Hablamos, naturalmente, de Jon Rahm. El bicampeón del Open de España estaba pendiente de lo que ocurriese en el Shriners Hospitals for Childrens Open para saber si se situaba cuarto o quinto del mundo. Todo dependía de que Patrick Cantlay no ganase ese torneo.
Pues dicho y hecho. En el segundo hoyo de desempate, Kevin Na se desembarazó de Cantlay que firmaba el bogey. Antes, en el primer intento extra sobre el hoyo 10 del TPC Summerlin, ambos firmaron el birdie.
Na realizó un gran torneo y durante los tres primeros días supo imponer su ley, dando el campanazo con el 61 que anotaba en la jornada del movimiento. Sien embargo, ese golpe de efecto se diluyó el domingo con una tarjeta de 70 golpes que incluía un triple bogey y dejaba la puerta abierta para que Cantlay le diera alcance.
Ya en el play-off, la suerte de Rahm también fue la suya y logro sumar su tercer título en el PGA Tour y se coloca segundo en el ranking de la FedEx Cup.
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No(
