No tardó la dupla McDonald-Yin en sentar las bases del partido con el que fabricarían el segundo punto para las estadounidenses. Desde que Angel Yin y Ally McDonald se repartiesen cuatro hoyos en los cinco primeros intentos, las europeas dejaron de plantar cara al emparejamiento de Julie Inkster para el segundo fourballs de la tarde.
De hecho, ni Anna Nordqvist ni Caroline Hedwall supieron reponerse mientras que el aplastante binomio que formaron las americanas seguía sumando hoyos a su marcador hasta poner el partido dormie en el hoyo 11.
Las dos americanas, que está tarde se llevaron todas las atenciones ya dieron que hablar entre bambalinas. McDonald por ser la jugadora que sustituía a la lesionada Stacy Lewis, y Angel Yin por ser una de las dos -la otra fue la europea Jodi Ewart Shadoff- afectadas por el retraso en la llegada de sus palos a Gleneagles. Sin embargo, y visto lo visto esta tarde, nada de esto les puso presión a las norteamericanas.
La oportunidad de zanjar el partido llegaba en el hoyo 12, pero el larguísimo putt que le quedaba a Yin para resolver la agonía de las europeas no entró. Eso le daba a Anna Nordquist la oportunidad de sumar el primer hoyo para las nórdicas y extender el partido. Ya en el 13, McDonald falló el primero de los dos putts que tenían para ganar por lo que el turno de resolver fue para las nórdicas que les concedieron el putt que ponía el marcador en 7&5, la diferencia más grande en un fourballs en Solheim Cup hasta la fecha.
Si (
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