"He perdido grasa corporal y mantengo mi peso. Me siento más fuerte", asegura Tiger Woods, pero de volver a la competición nada de nada. "Es triste no jugar en mi torneo", dice, pero añade que "desgraciadamente ya ha ocurrido más veces".
Tiger lleva 10 meses sin competir después de terminar décimo en el Wyndham Championship. Ahora trabaja día a día y asegura que "espero hacer clic más pronto que tarde".
El propósito de Tiger es poder jugar 36 hoyos diarios, y jugar cuatro o cinco días seguidos, y "no estoy ahora en ese momento", dice, e insiste en que "echo de menos la competición pero ahora me toca estar en el banquillo".