Tiger Woods llega al TPC de Scotdale, en Phoenix para probarse y también para saber que sensaciones va a tener después de estar casi cinco meses sin competir en un torneo de la PGA, con la máxima exigencia -como siempre que juega- y,en teoría, recuperado de su operación y lesión de espalda.
Tiger Woods ha jugado el Waste Management Phoenix Open tres veces y firmó un hoyo en 1 histórico en el famoso hoyo 16 en 1997, un año después de hacerse profesional y en la misma temporada en la que ganó su primer Masters de Augusta. Fue en este mismo torneo y en este mismo campo donde dos años después le movieron una enorme piedra -que finalmente fue considerada como impedimento suelto- que pasará a la historia de las reglas.
Su última aparición en este torneo fue en 2001, cuando empató en el quinto puesto y desde entonces el que fuera número uno del mundo no había vuelto a jugar aquí en un campo que ya vive la emoción de poder ver de nuevo a un Tiger que tiene muchas ganas de demostrar que vuelve a contar para todo.
A pesar de que Tiger no ha jugado un torneo oficial del PGA desde agosto pasado cuando falló el corte en el PGA Championship la expectación en Phoenix es enorme por volver a verle jugar. Nadie le tiene en cuenta su no clasificación para los Play-Offs de la Fedex Cup ni que quedara el último en su torneo, el Hero World Challenge jugado el pasado mes de diciembre. Ni siquiera que haya cambiado de entrenador o que no gane un Major desde 2008.
Es Tiger y la gente lo que quiere es verle jugara. "Tiger, Tiger, Tiger", gritan cuando da sus primeros golpes en los primeros hoyos de entrenamiento tras su vuelta a la competición.
Este año los organizadores del Waste Management Phoenix Open que se supere el récord de espectadores del año pasado cifrado en 563,008 entradas vendidas, superando incluso la marca anterior establecida en 2008.
"Sería monumental. Sería fenomenal", dijo Notah Begay, ex compañero de universidad de Tiger en Stanford, cuando surgieron las primeras noticias a principios de este mes de que Woods jugaría Phoenix. "Sería añadir una enorme cantidad de energía en un evento que ya es explosivo".
Con Tiger Woos estarán también en esta gran cita de la PGA norteamericana hombres como Phil Mickelson, un "Dios" en este campo, Jordan Spieth, que estrenará su nuevo contrato con Under Armour por diez años y decenas de millones de dólares -aún no se sabe la cantidad exacta- el madrileño Gonzalo Fernández Castaño, que emprenderá su segunda cita consecutiva de 2015 en la PGA con el objetivo de seguir sumando y hacer un buen papel y el también español John Ram. que tras su participación en el torneo de Mayacobá, en México, perteneciente al PGA jugará también por primera vez en Phoenix.
El torneo, que empezará este jueves tiene una dotación de 6.300.000 dólares de los que 1.134.000 irán a parar al ganador además de los 500 puntos de la FedEx Cup que recibirá el vencedor del campeonato.