Debe ser agotador estar continuamente buscando escusas para justificar los resultados con uno de los monoplazas menos competitivos de la parrilla. Situación compleja para un piloto que llegó a Ferrari con la idea de ganar campeonatos, como no podía ser de otra manera.
A estas alturas el piloto español parece cansado de rumores y filtraciones sobre su futuro en la Scuderia, pero de lo que realmente está cansado Fernando Alonso es de las bajas prestaciones de los Ferrari que se alargan ya durante cinco años.
Nada queda de la ilusión cuando se cambió a Ferrari en 2010, al equipo de sus sueños, dejando atrás el calvario en McLaren. Cinco temporadas en blanco fruto de la incompetencia de Ferrari, de las malas decisiones técnicas, de estrategias equivocas, de mejoras que nunca llegan, de cambios no deseados de compañeros de equipo, de dimisiones, del ridículo de Monza, y el único consuelo de la adoración que despierta entre los tifosi italianos.
Los "recados" entre piloto y equipo ya son puñales que cruzan en ambos sentidos y el ultimo, según el ahora máximo responsable Mattiacci, ya nos acerca a la conclusión: "Fernando Alonso ha expresado su voluntad de irse de Ferrari después de haber puesto unas condiciones inaceptables para seguir en la Scuderia, y esto, obviamente, no es compatible con el plan a largo plazo y de estabilidad que se había planteado. Debemos tener el valor de cambiar y estoy llamado a cambiarlo todo y esto puede no gustar a todo el mundo".
Pero ante el posible cambio de escudería, se asegura que el piloto español debería abonar 30 millones de euros para abandonar Ferrari. Esa es la cantidad estipulada entre Ferrari y Alonso si alguna de las dos partes decidiera romper el contrato de manera unilateral. La conclusión no debe demorarse demasiado ya que, tal y como está la relación entre ambas partes, parece difícil llegar a cualquier tipo de acuerdo. Entretanto, McLaren, Red Bull y Mercedes esperan la decisión de Fernando.