Jon Rahm ha tenido una jornada difícil en la segunda vuelta del US Open en Oakmont, firmando un +5 que lo deja con un acumulado de +4. Su juego estuvo marcado por dificultades con el putt y algunos errores estratégicos que le impidieron mantener el ritmo de la primera jornada, donde había logrado un -1. Desde el inicio, Rahm se enfrentó a problemas con su juego corto y a la precisión en los greenes. En el hoyo 1, un mal segundo tiro y un putt fallido le costaron un bogey temprano. A lo largo de los primeros nueve hoyos, acumuló tres bogeys más y un doble bogey en el hoyo 11, lo que lo dejó en una posición comprometida.
A pesar de la adversidad, Rahm logró un birdie en el hoyo 12, pero no pudo capitalizar otras oportunidades claras en los hoyos siguientes debido a problemas con el putt. Su cierre en el hoyo 18 con otro bogey reflejó la frustración de una jornada en la que el campo de Oakmont se mostró implacable.
En sus declaraciones tras la vuelta, Rahm reconoció la dificultad del campo y la exigencia del torneo, mencionando que el putt fue un factor clave en su desempeño. A pesar de la jornada complicada, mantiene la esperanza de mejorar en el fin de semana y recuperar posiciones.
Jon Rahm mencionó varios aspectos técnicos que afectaron su rendimiento en la segunda vuelta del US Open: Problemas con el putt: Rahm tuvo dificultades para embocar putts asequibles, lo que minó su moral y le impidió recuperar golpes en momentos clave; Juego largo inconsistente: Se mostró incómodo con su juego largo, sufriendo para colocar la bola en buenas posiciones en la calle; Errores en el approach: En el hoyo 11, un segundo golpe pasado de green y un approach largo le llevaron a un doble bogey doloroso; Dificultades en los bunkers: En el hoyo 5, su bola terminó en el búnker, lo que complicó su intento de birdie y las condiciones del campo: Oakmont se mostró implacable, con greenes extremadamente rápidos y un rough denso que penalizó cualquier error.
Jon Rahm se enfrentó en esta segunda jornada a varios factores psicológicos que afectaron su rendimiento en la segunda vuelta del US Open. Rahm mencionó que varios putts asequibles no encontraron el hoyo, lo que minó su moral y le generó frustración. Después de un sólido inicio en la primera jornada, la presión por mantenerse competitivo en un campo tan exigente como Oakmont le afectó. Además, el impacto del doble bogey en el hoyo 11 fue especialmente doloroso para e´l, ya que llegó en un hoyo donde esperaba recuperar golpes. La inercia negativa de este fallo complicó su desempeño no sintiéndose cómodo en el campo, lo que afectó su confianza y su capacidad de reacción ante los errores. La dureza de Oakmont, con sus greenes rápidos y su rough implacable, generó una sensación de impotencia en muchos jugadores, incluido Rahm.
A pesar de estos obstáculos, Rahm intentó mantener la calma y buscar oportunidades de recuperación, aunque el putt le impidió capitalizar varias opciones claras.
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