Fue en octubre de 2017 cuando el estadounidense Brendan Steele logró su tercera y hasta ahora última victoria en el PGA Tour, el Safeway Open. Desde entonces no ha obtenido victorias y lo que era más preocupante para él, no había firmado demasiadas buenas actuaciones en estos dos últimos años, sin apenas Top-ten y tampoco con sensaciones positivas.
Hace dos años Steele fue padre por primera vez y como él mismo confesó, "su prioridad principal dejó de ser el golf para centrarse en su familia". Algo que hizo que sus resultados y su juego se resintiese notablemente y que perdiera la frescura y la calidad que hasta entonces había tenido.
Steele empezó a viajar con la familia a todos los torneos y su estabilidad emocional ganó pero su concentración en el juego no tenía los mismos resultados que antes de ser padre.
Pero este año las cosas han cambiado y parece que han vuelto a la normalidad de nuevo y los resultados, cuando menos esta semana, han vuelto a llegar. Steele ha firmado tres vueltas espectaculares esta semana a pesar del viento y las condiciones climatológicas y con tres tarjetas de 68, 66 y 64, se ha encaramado a la primera posición de la tabla, que ayer compartía, para liderar en solitario con tres golpes de ventaja sobre Cameron Smith un torneo que a falta de 18 hoyos podría convertirse en su cuarta victoria profesional en el PGA.
Steele firmó ayer una vuelta magnífica aunque los comienzos no fueron muy buenos con dos bogeys al 3 y al 4 para recuperarse después con su primer birdie del día en el hoyo 5 y un espectacular eagle en el hoyo 9 que abrió de par en par las puertas de los birdies en la segunda parte del recorrido con cinco de ellos en el 11 y el 12 y tres seguidos para terminar en el 16, 17 y 18 que, finalmente, le dieron esos tres golpes de ventaja con los que se fue a la Casa Club.
Tras él con -12 y Cameron Smith con -9, es tercero en solitario con -8 Kevin Kisner mientras que con -7 pero ya con bastantes menos opciones de victoria se sitúan Webb Simpson, Collin Morikawa y Ryan Palmer.
ASÍ ESTÁ LA CLASIFICACIÓN