Rory Mcilroy vuelve después de su retirada en The Players a causa de una recaída en su lesión en las costillas, un problema que ha estado arrastrando toda la temporada. En todo caso, el norirlandés número dos del mundo y que busca su segundo Us Open, asegura estar totalmente preparado y confiado en su juego.
De hecho, McIlroy se ha mostrado muy sobrado con su driver, y ante la amenaza del fuerte rough de Erin Hills, ha dicho que "si no somos capaces de poner la bola en la calle mejor irse a casa", y con datos aseguró que "tenemos 60 yardas de izquierda a derecha y somos los 156 mejores del mundo".
La confiaza de McIlroy es alta y dice también que no necesita competir a menudo para recuperar el swing y "creo que puedo recuperar la confianza rápidamente". Lo está demostrando, y su foco esta semana será el juego corto con un putt personalizado que, dice, le obliga a apuntar mejor.
Confiado y sin problemas físicos, McIlroy es otro de los favoritos en este Us Open.