Ha sido un año muy duro para Azahara Muñoz, que tuvo que ver desde su casa la más anhelada Solheim Cup, que se celebraba por primera vez a unos pocos kilómetros de su casa familiar en San Pedro de Alcántara. Un año donde la pelea con su swing y con los resultados ha sido constante, una temporada que, sin embargo, cobra todo el sentido, después de un final féliz con el segundo puesto en el Annika Sorenstam, el último torneo regular de la temporada en el LPGA y donde sobre la bocina, la malagueña ha arreglado su temporada.
Menos de dos años después de dar a luz a su hijo Lucas, en febrero de 2022, Aza acabó segunda en el torneo de Bellair (Florida), su mejor resultado desde que perdió el Abierto de Escocia de 2020 en un desempate.
La española firmó 67 golpes el domingo con cuatro birdies y un bogey y solo cedió ante el empuje de la estadounidense Lilia Vu, número uno del mundo y doble ganadora de majors este año. Con su segundo puesto ha pasado del puesto 100 hasta quedarse a las puertas del top-60 que le hubiera permitido meterse en el último torneo del año, sin embargo, la malagueña no podía ocultar su feliciidad a los compañeros del LPGA tras la segunda plaza. Azahara, además tuvo una emotiva visita a princios de semana, la de su buen amigo y jugador español Pablo Martín-Benavides, que se encuentra en Estados Unidos y disputará mañana lunes las previas del torneo de la próxima semana del PGA Tour.
"Jugué bastante estable. He terminado con un par de buenos golpes. No pude hacer birdies, pero estoy muy orgullosa de mi semana. Era muy consciente. Obviamente, sabía que esta semana tenía que jugar bien para mantener mi tarjeta. Hoy sabía que estaba prácticamente hecha, pero no quería pensar en eso. Sólo quería jugar bien y darme la oportunidad de llegar a la final de la CME. Por desgracia, no lo conseguí, pero aun así tuve una semana muy buena y estoy muy contenta.
Es increíble. Nunca había estado tan estresada en mi vida. De hecho, durante la semana pasada estuve vomitando sólo de pensar en esta semana. Nunca he estado tan cerca de perder mi tarjeta. Nunca he estado en esta situación. No quiero volver a estarlo. Intentar ganar un torneo es difícil, pero intentar mantener tu tarjeta es muy, muy estresante", afirmaba aliviada la española.
Quién si estará la semana próxima es la navarra Carlota Cigada a pesar de que no tuvo su mejor semana. La heroína de la Solheim Cup remató el torneo con 71 golpes terminando en el puesto 51º.