Azahara Muñoz es desde hace años la mejor abanderada del golf femenino y una de las jugadoras con una trayectoria más importante en un gol femenino internacional.uipo en la PING Junior Solheim Cup.
Esta semana la página web oficial del Ladies European Tour le dedica un gran reportaje. Y es que la malagueña que se convirtió en profesional en 2009 ha tenido y sugue teniendo una carrera espectacular. Azahara se convirtió en la primera española en conseguir la continuidad en una competición tan exigente como la Solheim Cup, ganándose la confianza de cuatro capitanas distintas (2011, 2013, 2015 y 2019), y abriendo la puerta a Carlota Ciganda, amiga inseparable, desde 2013, el año del debut de la navarra.
Con el recuerdo reciente del torneo disputado este año en el Inverness Club de Ohio, donde un equipo europeo libre de complejos impuso su calidad y desparpajo a la selección americana, Azahara Muñoz (que no jugó en esta ocasión) tiene claro que su sueño es volver al equipo en 2023. Las cuatro victorias europeas en las últimas seis ediciones, desde su punto de vista, son una consecuencia lógica del gran trabajo de la selección europea y sus capitanas.
“Hoy en día lo creemos, confiamos en que podemos hacerlo y el equipo es mejor. Cuando jugué mi primera PING Junior Solheim Cup, hace 18 años, tenía 15 o 16 años y había jugadoras del Ladies European Tour que nunca habían jugado en América. Si una de esas jugadoras se enfrentaba a una americana que ni siquiera sabía el nombre de su rival, era como si ya estuviera tres abajo en el primer tee”, recuerda Muñoz. “Ahora todas las jugadoras europeas son muy buenas, han ganado, juegan en el LPGA Tour y juegan en Majors y, aunque las estadounidenses siguen adelante en el ranking mundial, en match-play las europeas estamos más conectados y jugamos como un equipo. Ahora no creemos que lo vayamos a pasar bien solo en la fiesta del domingo. Llegamos pensando que vamos a ganar la Copa”.
Azahara Muñoz debutó en 2011 en la Solheim Cup celebrada en Irlanda, en Killeen Castle, en un momento delicado para las golfistas del LET. Tras tres derrotas consecutivas, Alison Nicholas, la capitana europea, tiraba a la cantera con seis jugadoras menores de 27 años: Melissa Reid, Anna Nordqvist, Christel Boeljon, Caroline Hedwall, Sandra Gal y Azahara Muñoz, las tres últimas elegidas por ella. Aunque cinco de estos seis eran novatos, ya habían actuado en el LPGA Tour y habían forjado relaciones inquebrantables viviendo fuera de casa.
Azahara tuvo el mejor comienzo posible, venciendo a Stacy Lewis y Angela Stanford en los cuartetos del primer día con Catriona Matthew, y empatando al día siguiente contra Cristie Kerr y Paula Creamer, otra fuerte pareja estadounidense. Después de perder con Maria Hjorth en los cuatro bolas del segundo día ante Paula Creamer y Brittany Lincicome, Europa estaba empatada en la sesión de individuales, generalmente favorable a las estadounidenses.
En la última jornada, con una heroica remontada de Hedwall, Muñoz y Pettersen, Europa confirmó la victoria cuando Azahara hizo birdie en el hoyo 17 del campo irlandés ante Angela Stanford.
Tras tres actuaciones sobresalientes en sus tres siguientes apariciones en la Solheim, Azahara no estuvo en Ohio lo que le ha permitido “disfrutar” de otra faceta de la competición y estar pendiente de lo que arrastra la Solheim Cup en la actualidad.
“Ahora hay más impacto mediático en torno a la competencia y lo he notado mucho viéndolo desde el otro lado y siguiéndolo por televisión y redes sociales. El hecho de que la final fuera tan reñida también ayudó, por supuesto”
Ahora, Azahara Muñoz espera su primer hijo, circunstancia que provocará un inevitable parón en su carrera, pero la malagueña tiene claro que luchará por estar en la primera Copa Solheim que se disputa en España.
“No sé cómo serán las cosas porque mi vida será muy diferente cuando tenga a mi hijo, pero quiero jugar la Copa Solheim en 2023. Sería mi sueño. Probablemente sería la último, me estoy haciendo mayor, pero jugar otra Copa Solheim y hacerlo en casa sería increíble, porque eso significaría que también habría jugado bien ese año. No voy a tener mucho tiempo para intentar clasificarme, pero voy a hacer todo lo posible para estar allí”.
En cuanto al ambiente en Finca Cortesín y los atractivos que ofrece Andalucía y la Costa del Sol para que la Solheim Cup de 2023 sirva de punto de inflexión, como lo fue la Ryder Cup celebrada en 1997 en Valderrama, Azahara lo tiene muy claro: “El primer golpe en Finca Cortesín va a ser una locura y los españoles van a hacer mucho ruido”, asegura Azahara Muñoz. “Por otro lado, la Costa del Sol es un lugar que todo el mundo quiere visitar. Cuando digo que soy de Marbella casi todo el mundo en Estados Unidos sabe dónde esta. Es un destino que la gente quiere visitar, vengan de Europa o América. Finca Cortesin es un gran campo y va a estar muy bien cuidado. Es un gran campo para Match-play, traerá mucha emoción y va a colocar a España en el mapa del golf mundial en lo más alto.