De poco les han servido a Adri Arnaus y a Sebastián García Rodríguez los 67 golpes con los que ha completado el día. No vamos a negar que el resultado es muy bueno y que completar los primeros dieciocho hoyos con cinco golpes a favor ya es un éxito, pero cuando aparece una tarjeta como la Lucas Herbert solo se puede seguir remando.
El componente del equipo olímpico español comenzó con dos birdies consecutivos y, a pesar de que en el 5 tuvo que sumar un golpe, antes de terminar la primera vuelta ya había recuperado sus rentas gracias al birdie del 8. A partir del 9, seis pares consecutivos terminaban en tres nuevas restas entre el 15 y el 17.
En esa misma tesitura terminó Sebastián García Rodríguez. El madrileño también anotó 67 impactos en una jornada que arrancaba con birdie y que continuo con seis birdies y sin repetir los errores
En cuanto a la vuelta de Herbert, los cinco birdies que restó en la primera vuelta dejan todo dicho. El francés se paseó con un golf solvente que completaba en el 10 con su cuarto birdie en cuatro hoyos y, aunque en el 11 lamentó su único bogey, aún tendría tiempo de rubricar otros tres birdies para cuajar los 64 golpes que figuran en su casillero.
En el capítulo de sorpresas sin duda hay que escribir un renglón para Rory McIlroy. El norirlandés figura empatado en el puesto 89 de la clasificación después de una mala primera mitad en la que anotó tres bogeys. Un resultado que le lastró durante el resto de los dieciocho hoyos y que le obligó a conformarse con firmar el par e irse a descansar con obligación de darle mañana la vuelta al resultado.
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