Jon Rahm tiene ya asimilado todo lo que le pasó en el Memorial Tournament, pero no quiere olvidarlo. Y la razón es bien sencilla. Esa semana, tras casi seis meses de adaptación con sus nuevos palos Callaway y el nacimiento de su hijo, todo ha empezado a encajar de manera perfecta. Y así lo reflejó en la rueda prensa previa al tercer Major de la temporada que se juega desde mañana en Torrey Pines.
“Estas son circunstancias que suceden en la vida. Y desde luego quería ver qué pasaba en la última jornada del torneo, así que lo vi por la televisión. Me preguntaba si alguno de los dos llegaría a los -18 que firmé el sábado”, dijo.
Jon viajó a Arizona en un avión medicalizado privado y con la seguridad de que durante esos diez días no vería ni a sus padres, que están en su casa para conocer a su nieto, ni con su hijo ni con su mujer.
“Estaba un poco asustado porque, aunque me sentía bien, no quería contagiar el virus a nadie en mi casa. No quería acercarme a nuestro hijo pequeño”, dijo Rahm. “La parte más difícil de todo este proceso ha sido que durante algo más de diez días no pude estar con él, ni con mis padres, en fin… son las cosas duras de este trabajo”.
“A todas las personas que critican el PGA TOUR les tengo que decir que no deberían de hacerlo. Estamos en una pandemia, y aunque este virus tiene formas muy diferentes de atacar a las personas, nunca se sabe qué reacción va a tener”, dijo Rahm, después de confirmar que se había puesto la primera vacuna pero que no le había dado tiempo a ponerse la segunda cuando se confirmó el positivo.
"El PGA TOUR hizo lo que tenía que hacer. Hay jugadores que se perdieron las Series Mundial el año pasado. Hay otros atletas que se han perdido eventos importantes, así que no hay que darle muchas más vueltas”.
Ahora la atención de Jon se centra en Torrey Pines, donde ya ganó el Farmers Insurance Open en 2017 y en intentar romper esa estadística que le sitúa como el mejor jugador renqueado sin un Major en su palmarés, aunque esta semana, sin duda, parte como uno de los grandes favoritos a la victoria. “Hace dos semanas todo encajó como si estuviera esperando que sucediera. Finalmente todo estaba en su sitio. No es que espere volver a jugar tan bien de nuevo, pero sé que puedo jugar a un nivel realmente alto”, comentó.
“Es cierto que desearía estar un poco más preparado, pero una vez que empiece este jueves no importa. Hace 13 años Tiger ganó prácticamente con una rodilla rota sin estar realmente preparado, así que una vez que el torneo comience no hay más que hablar yu lo importante es que estoy muy confiado”.
Si (
No(
