El zurdo de San Diego, Phil Mickelson, que sabe muy bien lo que es ganar el Masters de Augusta y ponerse sobre los hombros una Chaqueta con tanta historia como la verde de Bobby Jones, se ha recuperado en esta jornada del movimiento tras dos primeras vueltas en las que firmó 75 y 72 golpes para acabar con su primera tarjeta por debajo de los 70 impactos y con 69 subir veintiseis plazas para quedarse al par del campo y soñar con una gran vuelta el domingo.
Todos los empatados al par se sitúan lejos de la cabeza de un torneo que parece que se apretará algo más de cara a la jornada del domingo pero da la sensación que Mickelson, que no está atravesando, precisamente, por una buena racha de juego, no tendrá muchas opciones de luchar por esa victoria, pero una vez superado el corte del viernes si que buscará terminar lo más arriba posible en la clasificación.
Mickelson entregó hoy una tarjeta con cuatro birdies y un solo bogey en el 7 que le dejaron buenas sensaciones y seguro que muchas ganas para encarar un domingo más en Augusta con toda la ilsuiión del mundo.