La primera jornada del Arnold Palmer Invitational cumplió sobradamente con las expectativas del poco público que pudo darse cita en Bay Hill y que buscaban el espectáculo prometido por la presencia de los dos grandes favoritos del torneo, Rory McIlroy y Bryson DeChambeau, y que no defraudaron.
El norirlandés, que compartía el jueves con el inglés Tyrell Hatton y el italiano Francesco Molinari, comenzó discreto, recorriendo sus cuatro primeros hoyos al par del campo para rubricar su primera resta en el hoyo 14. A esa le siguió otra tres hoyos después y antes de completar la vuelta lamentaba su único bogey de la jornada.
En la segunda mitad Rory no defraudaba y sacaba a relucir el golf que le situaba como uno de los aspirantes al título en el torneo de ‘Arnie’ y una retahíla de cinco birdies consecutivos le aupaban al primer puesto de la clasificación donde comparte el puesto con el canadiense Corey Conners que firmaba un bogey más que McIlroy, aunque lo compensaba con eagle en el hoyo 16.
Por detrás de ellos, a un golpe, se sitúa Bryson Dechambeau que cerró la jornada con 67 golpes, 33 en los primeros nueve y uno más en los segundos donde firmó bogey en el 11.
De sus aspiraciones por hacer hoyo en uno en el hoyo 6 por ahora poco que contar. Es cierto que salió airoso de ese par 5 en el que firmó uno de los tres birdies consecutivos que selló en la primera parte del día, pero no parece probable que podamos lograr el hito que ha confiado a sus músculos.
En cuanto al defensor del título, el hecho de jugar en la partida del líder no le ayudó a estrenarse con acierto. Hatton recorrió Bay Hill con muchas dificultades y eso se vio reflejado en una tarjeta de 77 golpes que le van a obligar a darlo todo para intentar pasar el corte.
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