Otra vez eso de que la veteranía es un grado se hace bueno en el PGA Tour. Con 624 rondas jugadas desde que en 1992 accedió al circuito, Phil Mickelson ha sentado las bases de la que podría ser su victoria número 45 en el tour estadounidense. La primera después de cumplir 50 años.
Aunque para eso aún habrá que contar con lo que hacen los demás. Si bien es cierto que el de San Diego se ha colocado al frente de la clasificación con una gran vuelta de 63 golpes, uno menos que ayer, Will Gordon y Brendan Steele fueron los grandes protagonistas con rondas de 62 golpes.
Pero sin duda el espectáculo lo puso el sólido juego de Mickelson. Hasta un bogey se permitió en medio de un festival de birdies que comenzó en el hoy 5 y con los que fue salpicando su tarjeta durante el resto de los 18 hoyos. El mejor momento del día fue, sin duda, el que protagonizó restando tres golpes consecutivos entre los hoyos 13 y 15 para acabar con 63 golpes, un resultado que no alcanzaba desde el Dell Technologies de 2018.
En cuanto a sus compañeros de partida, Rory McIlroy, que inauguró el torneo con 63 golpes, pasó el corte en cuarta posición tras una jornada bastante discreta. Por su parte, Bryson DeChambeau firmó un golpe menos que el norirlandés gracias a cinco birdies mermados por los dos bogeys de los hoyos 10 y 13.
La segunda plaza de la provisional es para los dos jugadores que hoy compartirán la jornada con el líder. Por un lado, estará su compatriota Will Gordon que ayer lo dio todo para terminar con -8 a pesar de haber firmado un bogey, y el canadiense Mackenzie Hughes que cedió su liderato con una tarjeta de 68 golpes.
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