Justin Rose sabe que el Open Championship es un torneo que cualquier jugador querría tener en sus vitrinas y tras la vuelta del inglés en este "Moving Day" con siete bajo par y un espectacular 64, se ha colocado, aunque lejos de la cabeza, con opciones de seguir soñando y si repite vuelta el domingo optar a su primer Open Championship.
Hoy Rose acabó con sólo dos birdies en los nueve primeros hoyos que no hacían indicar nada espectacular en su segunda vuelta pero en ella el jugador británico arrancó su motor y con cinco birdies en el 10, 13, 14, 17 y 18 terminaba la jornada de manera magistral para colocarse con cuatro bajo par, a cinco de Jordan Spieth que llegaba a Casa Club como líder con -9 y con una subida de 53 posiciones en la clasificación hasta situarse decimo segundo. Es verdad que lo tiene complicado pero no imposible.