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Lo aseguró en 2007 en una entrevista con Golf Magazine

Severiano Ballesteros.
Severiano Ballesteros.

Seve ya sabía en 2007 lo que iba a pasar con Tiger: "Debe prepararse para sentir más dolores a medida que vaya madurando"

Por Guillermo Salmerón
lunes 09 de febrero de 2015, 17:43h

Hablar de que Tiger Woods no se recuperará totalmente y que no volverá a estar a su mejor nivel es arriesgado de decir pero lo que está claro es que desde hace tiempo el ex número uno del mundo ya no lucha sólo contra sus rivales y los campos en los que juega sino que también lo hace con su cuerpo y sus lesiones. Hasta Severiano Ballesteros, hace ya más de diez años, auguraba muchos problemas físicos a un Tiger que ya no estaba entonces al cien por cien.

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En 2007 Severiano Ballesteros estaba ya de vuelta de casi todo y de cualquier cosa que pasaba en el mundo de los 18 hoyos era preguntado para saber su opinión. En 2007, Seve hablaba de Tiger Woods y se refería entonces a un swing en el que veía "cosas raras". "He notado cambios en el swing de Tiger Woods desde que se sometió a una cirugía en la rodilla y opino que el mejor jugador del mundo debe prepararse para sentir más dolores a medida que vaya madurando".

Seve vivió en primera persona unos terribles dolores de espalda que casi le acompañaron desde los comienzos de su carrera hasta que le obligaron a dejar de practicarlo al máximo nivel. El gran Seve nunca se rindió, es verdad, y una vez tras otra volvía -a veces tras periodos superiores al año- a intentarlo de nuevo. Su espalda fue su talón de Aquiles pero nunca se rindió. Ni los resultados, ni los cortes fallados, ni las malas actuaciones hicieron que colgara los palos.

¿Una premonición del que fue el mejor jugador del mundo o simplemente la repetición de lo que él mismo había sufrido en su misma piel?

"Tiger se ve distinto este año", dijo Ballesteros en la edición de septiembre  de 2005 de Golf Magazine. "Tiger es un veterano a los 27 años, ya no es un bebé. Tiene que comenzar a comprender que el tiempo se siente en tu cuerpo. Tras una lesión importante uno nunca llega a un cien por ciento. Tu mente espera a sentir dolor, y eso cambia tu swing".

En 2007 Tiger Woods se sometió a un cirugía en la rodilla izquierda al finalizar la temporada y regresó para ganar tres de los primeros cuatro torneos que jugó. Sin embargo, el propio Woods confesaba que "ya no practicaba tanto como antes".

"Cuando uno tiene 20 años pude darse el lujo de hacer un swing violento,'' decía Seve, pero después las cosas se complican Ya en los 30 es aún más difícil y nunca mejora la situación. Ya sé que la lucha contra la espalda no la voy a ganar", aseguraba el cántabro.

Ahora, once años después de aquellas palabras de Seve, Tiger tiene 38 años y al borde de los cuarenta su situación parece no haber mejorado mucho con el paso del tiempo. Desde 2004 Tiger ha tenido problemas en la rodilla izquierda. Ese año le extirparon dos tumores benignos, en 2007 se rompió los ligamentos de su rodilla izquierda, en 2008 tuvo dos fisuras en la tibia izquierda, lesión en el cartílago de la rodilla y rotura del tendón de Aquiles de la pierna derecha. En 2010 sus lesiones se produjeron en el cuello y en el tobillo derecho, en 2011 se hizo un esguince en la rodilla izquierda, en el 12 se lesionó el talón del pie izquierdo, en el 13 se lesionó el codo izquierdo y la espalda, en el 14 se operó de la espalda y en este 2015 se retiró con problemas en los glúteos.

Un curriculum médico absolutamente dantesco que refleja claramente porque Tiger ya no gana un Major desde 2008. Desde su última victoria Tiger no ha estado al 100%, ni siquiera en 2013 cuando ganó cinco torneos de la PGA y volvió a terminar el año como número 1 del mundo. Tiger no ha vuelto a ser el mismo y da la sensación de que cada vez va a peor, igual que su swing tampoco es el mismo, a pesar de cambiar de entrenadores, de ser más potente con el driver -como decía a principios de temporada- o de "vender" que "el dolor había desaparecido de su cuerpo".

En sus mejores años Seve tuvo también problemas en la espalda -prácticamente durante toda su carrera- el pie derecho, la rodilla derecha y el codo izquierdo pero a partir de 1995 ya no pudo ganar nada más. Su cuerpo había dicho basta aunque el siguió intentándolo.

Lo de esta semana pasada con su retirada tras 11 hoyos en su segundo torneo del año tras seis meses inactivo -a excepción del Hero World Challenge- no es más que una consecuencia más de su terrible auto exigencia y de la necesidad de un golf profesional que necesita a Tiger casi a cualquier precio. Resulta además curioso ver las excusas de Tiger y su entorno cuando se producen estas lesiones -desde que la cama en la que ha dormido le ha producido muchos dolores a la de esta última semana echándole la culpa al periodo de inactividad tras el calentamiento previo antes de salir a jugar-.

Las lesiones de Tiger, como las que tuvo Seve en su momento o las de cualquier deportista de máximo nivel, llevan consigo otra variante más y es la del sobre-entrenamiento posterior a una lesión para intentar volver cuanto antes. Eso conlleva en la mayoría de los casos a una mala recuperación y quizá a una nueva lesión, quizá más grave todavía que la anterior. Mala recuperación, sobre-entrenamiento, presión y nueva lesión. Un círculo vicioso del que es muy difícil salir. Y si no que se lo digan a otro grande del deporte mundial: Rafael Nadal.

Como Tiger, el de Manacor lleva muchos años jugando al máximo nivel, con una exigencia brutal, y con muchos años a sus espaldas practicando su deporte. Como Tiger el tenis le necesita y el mismo quiere seguir jugando temporada tras temporada a pesar de sus lesiones, con las que convive hace años.

Desde 2003 Rafa -que como Tiger ha ganado 14 torneos del Grand Slam- ha sufrido desde una fisura en su codo derecho a una fisura de escafoides en el pie izquierdo, inflamaciones en su pie izquierdo, problemas de apoyo en los pies, calambres en el brazo izquierdo que le hicieron perder fuerza y precisión, acompañados de mareos, lesión en la rodilla derecha -tendinitis en la inserción del tendón del cuádriceps-, tendinitis del tendón cuadricipital de ambas rodillas. Microrotura abdominal, lesión en la rodilla derecha, molestias en el tendón perineo de su pie izquierdo, lesión en su pie izquierdo, lesión crónica en el tendón rotuliano de la rodilla izquierda, lumbares o muñeca derecha, la última en 2014.

Casos similares en deportes diferentes. Seguramente, si analizáramos otros deportes también nos encontraríamos casos parecidos. Aquellos en los que la máxima exigencia por conseguir resultados obligaban finalmente a que fuera el cuerpo el  que dijera basta.

Retirarse en lo más alto es imposible, o casi imposible. Yo no conozco a casi nadie a excepción de la mexicana Lorena Ochoa, que dijo adiós siendo número 1 del mundo. Sin embargo, "morir con las botas puestas" es más habitual o a lo mejor más fácil. En cualquier caso ambas decisiones no deben ser sencillas de tomar. En el caso de Tiger parece que su camino va más por esta senda aunque al final será el cuerpo, las lesiones y la más dura realidad la que dicte la decisión final.
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