Y es que Horizon tenía todas las de ganar, sobre todo después de que fueran ellos los que comenzaron las negociaciones con Nike para que Rory dejara Titleist, la primera firma con la que el número uno empezó a jugar y destacar en el mundo del golf, y se pasara a la marca del rayo, eso si cobrando 200 millones de dólares durante diez temporadas.
Se había hablado mucho de la posibilidad -remota- de ver a Rory McIlroy ante un tribunal, jueces, abogados defensores y fiscales, dando explicaciones de todos sus contratos publicitarios, sus acuerdos deportivos y sus líos con agentes y representantes.
No hace mucho, cuando se disputaban las últimas pruebas del Tour Europeo de 2014 -los play-offs de la Race to Dubai, Rory aseguró que no podría jugar el segundo de los torneos para preparar bien su cita ante los juzgados. Al final el jugador de Holywood faltó también al tercero jugando el cuarto y terminando como el mejor jugador del Tour Europeo.
Ahora parece que los problemas legales han terminado para el norirlandés que, de nuevo, podrá centrarse en el juego, en seguir manteniendo esa primera plaza mundial y seguir ganando como la hecho hace apenas una semana en el Dubai Desert Classic.