Practicar un deporte como el golf que combina coordinación de movimientos, flexibilidad y razonamiento mejora el desarrollo neuronal de los más pequeños además de enseñarle valores -como el respeto- y habilidades -como la toma de decisiones-. Estas peculiaridades del golf lo convierten en un juego interesante y recomendable para niños a partir de los 5 años de edad, aseguran desde GolfCanal.
Empezar a practicar este juego en una etapa de pleno desarrollo
permite que los niños asimilen con naturalidad movimientos y ajustes con
los que irán aprendiendo la técnica. Es aconsejable que cuenten con un
entrenador especializado en niños.
El coordinador de golf de GolfCanal de Madrid, Nacho
Puga, que lleva más de una década iniciando a los más pequeños en este deporte,
asegura que "es importante además que los niños se diviertan: en una clase
de 55 minutos tienen que estar entretenidos, no puede ser todo concentración,
por eso utilizamos otros juegos y elementos con los que aprenden la técnica".
Los niños aprenden de manera diferente a los adultos,
suelen ser más hábiles y necesitan divertirse y progresar en el juego. Un
profesor de golf para niños debe conocer muy bien la técnica y las normas de
este deporte, tener capacidad de liderazgo, una formación específica y ser
paciente y constante. Los buenos instructores enseñan al niño a disfrutar de
este deporte. "Las enseñanzas del golf son muchas y complementarias,
añade Nacho Puga, coordinador de golf en GolfCanal, por ejemplo, según
van mejorando en la técnica tienen más opciones en el juego, aprenden a
tomar decisiones y desarrollan su imaginación".
En las clases de iniciación al golf los niños aprenden
enseguida a hacer movimientos como el swing y, tal y como explica Nacho
Puga "si se les enseña bien pronto demuestran su entusiasmo, por eso es
importante ofrecerles diversión y motivación a la vez. Los niños
asimilan rápido, van aprendiendo el juego corto con la ilusión de ponerlo en
práctica en el Pith & Putt de la escuela de GolfCanal."
El golf es un deporte estratégico y socializador con el
que los niños aprenden a comportarse en el campo a la vez que desarrollan una
competencia positiva, en la que es importante el afán de superación personal.
Al ser un deporte que mejora el desarrollo neuronal y físico de los más
pequeños, un juego que aporta valores, conocimientos y habilidades, y un
ejercicio que se practica al aire libre, es recomendable a cualquier edad y
perfecto para disfrutar en familia.