"Empezamos con lluvia y viento y hemos terminado con mucha más lluvia y mucho más viento" decía Jordan Spieth, colíder del torneo, tras terminar en Spyglass una dura segunda jornada en la que firmó 67 golpes corroborando la buena actuación que tuvo el primer día que con 67 impactos también le situában en lo más alto de la clasificación confirmando la calidad de este jugador que se ha convertido en la última temporada y los comienzos de esta en la gran referencia del golf norteamericano por su calidad y también por su juventud.
Pero su liderato es compartido tras esta segunda jornada con otro tejano como él, Jimmy Walker, que ayer jugó Spyglass Hill firmando 69 golpes y tocando con los dedos la posibilidad de volver a conseguir una victoria en la PGA. Pero no va a ser fácil. Los candidatos son muchos pero sobre todo el grupo de candidatos se reduce a cinco nombres: los dos colíderes, Hunter Mahan que es tercero en solitario con -8, Andrew Loupe, cuarto con -7 y Richard Lee, quinto con -6.
Una de las grandes estrellas del torneo, Phil Mickelson, que parece recuperado de sus problemas de espalda de hace dos semanas, es decimo séptimo y en esta segunda vuelta terminó al par del campo con una tarjeta de 73 golpes después de disfrutar una vez más de un recorrido como Pebble Beach.
"De tee a green estoy jugando muy bien pero con el putt no estoy fino, dijo. Es un poco decepcionante la manera en la que estoy golpeando a la bola. Voy a tener que darle la vuelta a la situación si quiero hacer algo importante aquí", dijo Mickelson que no quiso comentar nada sobre sus problemas en la espalda.
Rafa Cabrera Bello, único representante español en el torneo no está jugando esta semana tan bien como lo ha estado haciendo estas últimas semanas en el Tour europeo. El canario terminó su segundo recorrido nonagésimo sexto aunque mejoró en la clasificación 35 posiciones después de acabar ayer con 71 golpes, tres impactos menos que el jueves.
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