Luchar contra lo imposible es difícil y aunque la opinión de Miguel Ángel Jiménez sobre la idoneidad de que jugadores tan jóvenes como el chino Wo Cheng Ye, de apenas 13 años, dispute el Omega European Masters sea muy aceptable la realidad es que los tiempos, sobre todo en el mundo del deporte, están cambiando y que cada vez más jóvenes deportistas llegan a los escalafones más alto del profesionalismo.
Lo de Cheng puede parecer anécdótico pero no lo es. Sumido el golf ya en el mundo olímpico China quiere tener representantes de máximo nivel tanto en Río de Janeiro en 2016 como en los Juegos de 2020 -ojalá en Madrid- así que es fácil comprender como a Cheng lo van a mover por todos los torneos posibles, tanto en Europa como en Estados Unidos intentando que por lo menos en el 20 pueda estar a su mejor nivel.
Pero no sólo hay jóvencísimos talentos en el golf que brillan con los profesionales. Casos como el de Mannasero o la neocelandesa Lidya Ko, ganadora ya con 15 años de tres torneos profesionales siendo además la primera ametur que repite título -el open de Canada-, son sólo un caso más entre deportistas del tenis, el automovilismo, el motociclismo, el fútbol y todos los deportes que se nos ocurran.
Pero al final, la calidad en muchos casos sale a flote antes que la edad. Hoy Jiménez, en la primera vuelta del Omega European Masters, con sus 49 primeraveras ya cumplidas, ha terminado la primera vuelta del torneo -jugó en el turno de mañana- con 6 bajo par y terminando con un birdie espectacular en el 9 -empezó por el diez- que le situaban muy arriba en la clasificación.
Cheng, por su parte, no brilló tanto. Su primera vuelta fue mala y quizá esa falta de años le haya jugado una mala pasada. Al fin y al cabo el chino habrá aprendido hoy una buena cosa. Con 49 años también se puede liderar una prueba del Tour europeo con la solvencia que lo ha hecho Jiménez.