No le faltó más que un golpe para poder haber accedido a un Play-Off que finalmente no se produjo. El californiano y ganador este año de cinco torneos en la PGA estuvo a punto de conseguir el sexto pero esta vez la fortuna no estuvo de su parte.
Y es que no se puede ganar siempre. Esta vez Tiger Woods se tuvo que conformar con una segunda plaza que sabe a derrota. El número uno del mundo quería su sexta victoria, quizá para mitigar su fracaso en los cuatro Majors de la temporada aunque, de momento, sigue siendo el gran favorito para ganar su tercera FedEx Cup.