Tras su gran victoria este año en el Masters y su tercera plaza en el Open Championship Adam Scott, que está firmando la mejor temporada de su vida, ha vuelto a dar un giro de tuerca en una temporada en la que no deja de mejorar. Ayer, en la cuarta y última jornada del Barclays, el australiano demostró que está convencido de sus posibilidades de para ganar la FedEx Cup y suceder, por qué no, a Greg Norman en el número uno mundial de golf siendo el segundo australiano en conseguirlo.
Pero para eso tendrá que ganar la FedEx y algo más y esperar a que Tiger Woods, que ayer terminó segundo empatado con -10 con Graham DeLaet, Justin Rose y Gary Woodland, levante un poco el pié del acelerador.
Pero es que Scott, con cinco birdies, tres en sus nueve primeros hoyos y dos en los nueve segundos, estuvo ayer muy fino, sin cometer errores y sabiendo que sus posibilidades de ganar el torneo pasaban por jugar a la perfección. Aunque ayer fueron muchos los que jugaron muy bien, como DeLaet, que firmó con Phil Mickelson -que acabó sexto- la mejor tarjeta del día conn 65 golpes o el propio Tiger Woods que- con 69 impactos- volvió a repetir la misma tarjeta que había firmado el viernes y el sábado.
Quien no estuvo tan afortunado fue el castellonense Sergio García que ayer terminó con una pobre tarjeta de 75 golpes -su peor registro esta semana- para bajar 24 posiciones en la clasificación final y terminar trigésimo séptimo en la clasificación del torneo con -2. El triple bogey en el 5 y el bogey en el 15 sellaron el triste final de Sergio en esta primera cita de los Play-Offs en los que el castellonense sube de la quincoagésimo novena a la quincoagésimo quinta plaza.