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"El mecánico" tiene el Ferrari a punto

Por Guillermo Salmerón

Nunca en los 25 años de carrera profesional de Miguel Ángel Jiménez había sido líder en solitario al final de la segunda jornada de un Major. A sólo 36 hoyos de que termine el Open Championship, "El Pisha" está cada vez más cerca de su sueño. "El mecánico", como le conocen en el Tour, acaba de hacer un petroleado de su motor, tiene ruedas nuevas y una mano de chapa y pintura que ha dejadao su coche flamante para poder llegar a su destino el domingo. Ojalá que en estos dos días que quedan de viaje no tenga ninguna avería.

  • Miguel Ángel Jiménez y su Ferrari

    Miguel Ángel Jiménez y su Ferrari

  • "El Pisha", un tipo único

    "El Pisha", un tipo único

Con 49 años en su cuenta corriente Miguel Ángel Jiménez sabe que cada vez las cosas están más complicadas para él en un mundo profesional donde cada vez hay gente más joven capaz de ganar un torneo de máximo nivel. El último en hacerlo ha sido el estadounidense Jordan Spieth, que ganó el John Deere Classic en la PGA norteamericana con apenas 19 años -30 menos que Miguel Ángel- y sin ni siquiera tener en su poder la tarjeta del Tour este año.

Spieth está en Muirfield por primera vez en su carrera jugando un Open que, seguramente, no olvidará. Que un chaval de su edad pueda ver en directo la lección magistral de un "abuelete" como Jiménez no tiene precio. Lo del "Pisha" en Muirfield está siendo un ejemplo para mucha gente. Y es que después del accidente de esquí que tuvo en Sierra Nevada en diciembre pasado, tras cuatro meses de duro trabajo de recuperación y las dudas de si con 49 años podría volver a la elite del golf, verle en uno de los campos más complicados y exigentes del mundo, líder del Open 25 años después de que Seve -su gran amigo y compañero- lograra su primera Jarra de Clarete, es para emocionarse.

Jiménez sabe que el golf español lo necesita. Este año los nuestros no han ganado ni un solo torneo ni en Europa ni en Estados Unidos, el número de federados ha bajado en los últimos meses casi 40.000 licencias en España, de siete torneos que se celebraban en nuestro país hace sólo un par de años hemos pasado a organizar sólo uno,  el Open de España. No hay patrocinadores para casi nada y los campos de golf que cierran sus puertas ya no los podemos contar con los dedos de dos manos.

Ante esa situación Miguel sabe perfectamente que una victoria española en un Major, y en el Open Championship, sería una inyección de vida brutal para la salud del golf español. También el broche de oro de una carrera personal que se alarga ya 25 años en el tiempo y que tendría un colofón muy especial y que, seguramente, le llenaría de nuevo del depósito de su Ferrari para seguir tirando unos cuantos años más para, porque no, convertirse en el jugador de más edad en jugar una Ryder Cup.

En sus manos tiene ser el jugador mas longevo en ganar un Major, si lo logra con 49 este domingo, pero estoy seguro que todos esos récords le dan lo mismo al malagueño. Sabe que todavía le queda medio camino por recorrer, que no va a ser fácil y que los rivales son los mejores jugadores del mundo. Sólo tiene un golpe de ventaja sobre quienes le persiguen pero su visión de este juego y de la vida son totalmente diferentes  de la que tienen los demás y ahí reside su ventaja.

Anoche se fumó su puro después de jugar, un par de copitas de vino en su cena, charla con los amigos y a dormir como un niño. Hoy saldrá en el partido estelar, en el último de la tercera jornada, a las cuatro y veinte de la tarde (hora española), con el sueco Henrik Stenson para en la "jornada del movimiento" mantener el liderato y vivir el domingo su día más importante como jugador de golf profesional. El camino es largo pero intenso y con él vamos a estar todos en cada golpe. Su victoria será también la nuestra y si no llega nos dejará la sensación, seguro, de que no pudo hacer más por lograrla. Suerte mecánico.

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