Ciganda: "La diversión está garantizada"

“Cualquiera puede ganar” es la respuesta generalizada de las golfistas presentes en el campo de golf malagueño, donde buena parte de la atención se concentra en la posibilidad de un triunfo español que constituiría el primero de la historia de esta prestigiosa y reconocida competición.
 
Catorce españolas –dos de ellas amateurs, la alicantina Teresa Caballer y la barcelonesa Mireia Prat– y ciento doce extranjeras comparten el objetivo de ganar, un reto sumamente complicado ante la calidad y cantidad de las contendientes. La navarra Carlota Ciganda, segunda en el Tenerife Ladies Match Play este año, también lo tiene claro: “Este campo es muy técnico, así que la diversión está garantizada”.
 
A esa lucha sin cuartel que se avecina se suman, entre otras muchas, ochos jugadoras que ya saben lo que es ganar esta temporada, prueba fehaciente de su buen momento de forma. La joven sueca Caroline Hedwall –que junto a las inglesas Laura Davies y Melissa Reid, asimismo presentes en La Quinta, participará la próxima semana en la Solheim Cup– se ha impuesto en tres torneos, más que ninguna otra europea este año: Open de Eslovaquia, Finnair Masters y Uniqa Ladies Open.
 
Atención especial a la citada Melissa Reid, que fue la mejor en el Open de Holanda, así como a la italiana Diana Luna, que en este 2011 ha alzado la copa de ganadora en los Open de Alemania y Suiza.
 
La galesa Becky Brewerton, con un rendimiento sobresaliente cada vez que juega en España, ratificado con el reciente triunfo en el Tenerife Ladies Match Play, se postula igualmente como seria candidata a un título por el que asimismo pugnan la eslovaca Zuzana Kamasova –la mejor en la Lalla Meryem Cup 2011–, la australiana Kristie Smith –ganadora en una de las primeras pruebas de la temporada, el Open de Nueva Zelanda–, la sudafricana Ashleigh Simon –primera en el Open de Portugal– o la francesa Jade Schaeffer, que abrillantó su palmarés la pasada semana en el Praga Golf Masters.
 
Un campo en excelentes condiciones, con posibilidad de pegar fuerte a la bola pero, al tiempo, con la exigencia de aplicar grandes dosis de estrategia a lo largo de su recorrido, constituye el bello escenario de un torneo que con toda seguridad destilará emoción y espectáculo por sus cuatro costados.