elperiodigolf.madridiario.es
Arcos Gardens, un escenario de película

Arcos Gardens, un escenario de película

Por Josega Fernández
martes 16 de agosto de 2011, 00:00h
Arcos Gardens responde a su nombre fielmente. Es un jardín ubicado en Arcos de la Frontera. Sus calles anchas y su cuidado paisaje lo convierten en un escenario de película para los amantes del golf.
Es el sueño de todo jugador. Calles anchas y alfombradas, verdes, donde la bola puede disfrutar y el pegador se lleva una sensación de poderío. Es Arcos Gardens, un campo en Arcos de la Frontera preparado para que el jugador pueda gozar del golf en un paisaje privilegiado, rodeado de olivos.

Aunque el comienzo es más técinico, con un par 4 de 300 metros desde amarillas, y un par 3 de 126 metros cuesta abajo, el campo está preparado para los pegadores. Tras un comienzo engañoso, llegan los hoyos largos, con dos pares 4 cercanos a os 350 metros y un par 5 de 438, siempre desde amarillas.

En el hoyo 6 espera un par 3 de obligado cumplimiento, con agua para saltar y 140 metros para superar. Un reto que con el viento puede hacer temblar algunos resultados. Tras la prueba, un final de vuelta realmente placentero. Un par 4 de 267 metros cuesta abajo en el que se puede ir a por el green. Después un par 4 de 363 metros y un par 5 de 467. El hoyo 8, con dog leg a la derecha y tee en alto, permite una salida también muy emocionante en este handicap 2, lo mismo que el 9, con el aliciente de dos riachuelos en la calle que obliga a jugar el hoyo con estrategia.

Después de disfrutar del paisaje en una primera vuelta atractiva, espera la segunda que la supera. En el hoyo 10, un par 4 de 346 metros, el jugador se adentra en un entorno de olivos en un auténtico jardín. No demasiado dificultoso, a no ser por el viento, al igual que el 11 y el 12, para llegar al hoyo 13, hándicap 1 del campo. Cuesta arriba y de 366 metros, para par 4, habrá que esforzarse en llegar en condiciones.

Los cinco últimos hoyos tienen de todo. En el 14 de nuevo se puede intentar llegar a green, auqnue esto lo intentarán los más pegadores. Son 281 metros desde amarillas, cuesta arriba y con búnkers que obligan a ser preciso. El juego conservador no debería dar problemas. Le sigue un par 3 de 142 metros donde el viento juega un papel importante.

Y para acabar el 16, que con el tee en alto es la explosión del pegador, donde puede poner todo su empeño y golpear a la bola sin complejos. Par 5 de 492 metros desde amarillas precisa toda la potencia. Tras el par 3 de 164 metros aparece el 18, traca final donde el jugador puede desquitarse si no le ha ido del todo bien. Par 4 de 406 metros de nuevo tee en alto con agua a la izquierda. Una buena salida deja en todo caso un segundo golpe con el agua a la izquierda de la calle. Un buen final en un recorrido de película cuyo resultado depende de los protagonistas, como la mayoría de las veces.
¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
0 comentarios