"Podía haber vuelto en el Greenbrier la semana pasada, pero he preferido esperar una semana más y he hecho lo correcto", decía Tiger con una sonrisa. El ex número uno llega con hambre y se siente cómodo en un torneo, el WGC Brigestone que ha ganado en siete ocasiones.
Tras una ronda de entrenamiento, Woods se ha mostrado contento, sin dolores y cómodo con su juego. Ha podido comprobar que no siente dolor, que sus salidas han sido "buenas", según sus palabras, y que sus golpes han sido "nítidos".
Lo cierto es que la incertidumbre está muy presente en su regreso tras 11 semanas de inactividad después de su retirada en The Players. de la lesión de la rodilla y el tendón de Aquiles no hay, de momento, rastro, y sólo puede afectarle esos tres meses de ausencia competitiva. "Es normal, esto es un ambiente diferente a los entrenamientos. Es más competitivo, algo en lo que no he estado varias semanas", reconocía Tiger.
Las miradas vuelven al ex número uno para comprobar si realmente está preparado o ha hecho un esfuerzo por llegar para disputar la semana que viene el PGA Championship, último Grande de la temporada. De momento, se ha sentido cómodo y confiado.
Si (
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